La difícil llegada del hermanito
La llegada de un nuevo pequeño integrante a la familia siempre es motivo para emocionarse (para los papás) pero para los hermanos que ya están en la foto, no tanto. Es un tema que como papás debemos tratar con mucho cuidado para darle el lugar que se merece (el mismo) a ambos. Cuando nació mi segunda bebé, mi primer hijo tenía 3 años y 4 meses, y todo se me puso muy difícil, a mi hijo le costó mucho el nacimiento de su hermana y creo que a mí me costó todavía más.
Mi hijo trataba con frecuencia de lastimar a su hermana, lanzaba cosas por todos lados, si la pequeña dormía el gritaba con más fuerza para despertarla, no colaboraba pero ni un poquito, uff!! En verdad que fue un tiempo muy duro para mí y hoy sé que fue mucho más terrible y fuerte para mi pequeño.
Una noche, en que yo sola estaba despierta en casa, pensaba y pensaba en todo lo que pasaba y en la medida que lo iba pensando me iba doliendo cada vez más, yo lloraba y lloraba y de repente la única expresión que salía desde lo mas profundo de mi era: “hijito de mi corazón… hijito… hijito de mi corazón” lo repetía y lo repetía con los ojos llenos de lágrimas, sin saber qué hacer, sin saber cómo remediarlo, pero segura de que no quería seguir así, no quería seguir viviendo así y lo que era más, no quería seguir dándole a él esa vida.
Busqué ayuda, poco a poco fui aprendiendo a EMPATIZAR con mi hijo, fui aprendiendo a ver a través de sus ojos, a entender cómo se sentía él y como estaba viviendo él esta dura época, pude entender que él lo único que necesitaba era mi atención, mi cariño, divertirse conmigo, ver cómo me sorprendo con sus dibujos o con sus enormes brincos, empecé a dedicarle amorosa atención, entendiendo desde lo más profundo de mí que mi hijo me amaba con todas sus fuerzas, con todo su ser y que le dolía que yo, el ser mas amado para él, no lo correspondiera con la misma intensidad.
Comencé a jugar con él en las tardes y también incluía a mi bebé en el juego cuando era posible y cuando no era posible, la colocaba en posición segura pero cerca de nosotros y ella también disfrutaba de nuestro alboroto y de nuestra diverisón; comencé a ser madre de 2 y a disfrutarlos a los 2. ¡¡¡¡Cuán hermosa se volvió mi vida!!! desde ahí hasta ahora y, espero, hasta siempre. El cambio de mi hijo fue inmediato, desde el día mismo en que empecé a brindarle auténtica atención, desde ese día mi hijo fue otro. Ahí entendí esa famosa frase de “solo quiere llamar la atención” pues ¡¡¡CLARO!!! Eso quería, mi atención y yo no se la daba, y él en su pequeñez agotaba todos los recursos que le eran posibles para conseguirla, eso era todo lo que quería mi atención y también eso era todo lo que yo necesitaba darle, para sentirme la SUPERMAMÁ que hoy me siento. Ha sido un cambio que ha requerido mucha conciencia, mucha lectura, mucha introspección y reflexión constante, pero ABSOLUTAMENTE VALE LA PENA!!! Daysi Arcos Argudo Por Mami A La Medida para Naran Xadul Otros artículos que te pueden interesar: