Cómo calmar un berrinche
Una guía para saber cómo actuar y qué hacer cuando te encuentras con un berrinche arrasador, sin golpes y sin gritos.
Primero hay que entender que los berrinches son completamente normales, suceden en una etapa crucial donde los niños están comprendiendo sus emociones, y en donde su cerebro no puede regularse. Además de su búsqueda de independencia.
Y cuando nosotros, sus papás, les ponemos reglas y tratamos de hacer todo lo posible por mantenerlos a salvo, educarlos, cuando les pedimos que coman, les damos brócoli o hacemos cosas tan simples como cerrar la puerta de la calle, un berrinche puede ocurrir en ese momento.
Qué sí debemos hacer:
- Aceptar su enojo
- Dale espacio para que pueda expresar lo que siente.
- Llevarlo a un lugar despejado para que se tranquilice.
- Explica el límite que estás marcando y dale una alternativa si lo que hiciste fue pedirle que no hiciera algo. Por ejemplo: Sé que quieres pintar, pero las paredes no es un buen lugar, aquí tienes una hoja de papel para hacerlo.
- Ofrécele un abrazo y espera a que se tranquilice.
Que no debemos hacer:
- No grites y no lo golpees.
- Nunca lo sacudas.
- No le digas que “no quieres un niño berrinchudo” o que “las niñas bonitas no lloran y si lo hace nadie la va a querer”.
- No intentes darle muchas explicaciones en pleno berrinche porque no te escuchará.
- No amenaces, eso solo fomentará miedo.
Es normal que un niño haga berrinche, es parte de su desarrollo, de su búsqueda de independencia, así como una manera de comprender sus emociones y su entorno.
Su cerebro aún no está listo para entender de razones. No trata de llamar la atención, ni tampoco quiere manipular algo. Sí, los berrinches pueden surgir por una necesidad no cubierta, pero también porque quieren tener más decisión sobre sus cosas.
Ten paciencia, marca los límites, dale una rutina para que sepa qué es lo que sigue, sé respetuoso, esto pasará.
Información verificada por Karen Zaltzman.