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Cada vez más mamás agotadas padecen el síndrome de burnout

Publicado: 21 de Abril 2018
Vida de mamá
Foto: IG @native_mamma
Foto: IG @native_mamma

–Ha sido un día duro, el bebé estuvo llorando mucho y mi hijo grande no paró de hacer berrinches.

 

–Cuando llega mi esposo a la casa, yo ya no puedo más.

 

–Me siento triturada, quemada, triste e irritable. Tan sólo quiero hacerme bolita en mi cama y que nadie me moleste.

 

¿Te suena conocido?

 

​Cuántas veces lo hemos escuchado, ser mamá es el trabajo más duro.

 

Día a día nos exigimos porque queremos ser la mamá perfecta. Y como dice el dicho:

 

“La madre perfecta no grita, no se desespera, no pierde la cordura y, sobre todo, no existe”. 

 

Y al final del día el cansancio de hacer todo bien se mezcla con las culpas y con los miedos. ¿Y si no lo estoy haciendo bien?

 

Ser mamá es trabajar atendiendo a un bebé o a un niño por 24 horas, los 7 días de la semana, sin descanso, con noches de mal dormir y sin posibilidad de encontrar momentos para divertirnos y sacar el estrés.

 

Entonces, cada vez es más común encontrar mamás y algunos papás que padecen el síndrome burnout.

 

¿Qué es el síndrome de burnout?

 

El síndrome de burnout es una reacción fisiológica que se da cuando un ser humano ha estado sometido a un periodo de estrés intenso y prolongado, desde el punto de vista físico como emocional. 

 

Se trata de un problema común en los profesionales que trabajan en contacto directo con las personas en situaciones de gran tensión, como los médicos y las enfermeras.

 

¿Cuáles son los síntomas?

 

  • Dolores de cabeza intenso.

 

  • Dolores articulares.

 

  • Trastornos gastrointestinales.

 

  • Insomnio.

 

  • Cansancio.

 

  • Aislamiento del entorno o problemas de relación.

 

  • Sensación de soledad y depresión.

 

  • Sensación de frustración.

 

  • Ansiedad.

 

  • Problemas de concentración.

 

  • Continuas ganas de llorar.

 

El síndrome de burnout se alimenta de la sensación de falta de control que sienten muchas madres.

 

Muchas mujeres sienten una necesidad excesiva de ser madres perfectas, sobreproteger a sus bebés y evitarles todo tipo de problemas. Este estilo de crianza, denominado hiperpaternidad, acelera aún más el agotamiento y aumenta el estrés.

 

¿Sientes que esto te está sucediendo? 

 

Por favor NO TE ABANDONES A TI MISMA EN TU MATERNIDAD. No te pierdas. Encuentra los momentos para dedicarte a tu persona, los momentos que te hacen feliz.

 

Recuerda que antes de ser madre, eres un ser humano.

 

Reserva horas para ti, pide ayuda, encarga a tus hijos un rato con su padre o con tu mamá. Procura relacionarte con otras mamás que estén pasando por la misma situación.

 

Come a tus horas, haz ejercicio, sal con tus amigas y diviértete.

 

Si un día sientes que ya no puedes más y que el estrés te supera, encarga a los niños un rato, aléjate, respira y vuelve a tomar el control sobre ti.

 

La compasión hacia ti misma es el primer paso.

 

No te exijas tanto.

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