Así somos las mamás de varones
Dios creó a las mamás de varones.
Él sabía que necesitarías a alguien que pasara su tiempo enseñándole cómo ser fuerte y valiente, pero también sensible y amable.
Así que hizo una mamá para un niño.
Pues sabía que necesitarías a alguien que pudiera salir de su zona de confort sin importar el miedo solo para que tu pudieras hacer lo mismo. Alguien que te enseñara que si por ahora es ahí donde quieres estar está bien y que no va a dejar de amarte por hacerlo. Alguien que no tuviera miedo de decirte que le has enseñado mucho.
Sabía que necesitarías alguien que siempre estuviera ahí para ti, viéndote desde lejos con una sonrisa y animándote en tus partidos. Él sabía que necesitarías alguien para ser tu fan No. 1, ganaras o perdieras.
Alguien que pudiera construir fuertes, que pudiera viajar a la luna e irse de aventura a la selva más salvaje sin salir de casa.
Así que Dios hizo una mamá para un niño.
Él sabía que ibas a necesitar a alguien que siempre disfrutara de la dulzura de tus abrazos y supiera el poder que hay detrás de un "te amo, mamá".
Sabía que necesitarías a alguien que te enseñara y te recordara siempre, lo importante que es tratar bien a la mujer con la que compartirás tu vida, y a los demás, sin importar de dónde son o cuál es su estatus.
Que te enseñara a ser un buen niño, pero también un buen hombre. De esos que siempre buscan las mejores cosas en el mundo y que cuando las encuentran las hacen parte de sí mismos. El tipo de hombre que puede llorar si le rompen el corazón y que se puede sentar con su mamá a hablar del tema con toda la confianza del mundo, porque nadie le ha dicho que eso es solo para niñas.
Así que Dios hizo una mamá para un niño.
Para que pudiera criarlo sabiendo que tendría dejarlo ir un día, y que lo hiciera de todas formas, porque sabe que el amor no se acaba el día que se van de casa para empezar su propia familia.
Dios hizo una mamá para ti, porque sabía que necesitarías alguien que pudiera admitir que tenía miedo de criar a un niño al principio, pero que no se podría imaginar de otra forma en el mundo si no fuera la mamá de un varón.
Texto traducido de Nikki Pennington para Her View From Home