Cosas que suceden cuando un pequeño consume probióticos
¿Antes de ser mamá conocías el poder de los probióticos para los niños?
Probablemente muchas de nosotras no imaginábamos su importancia para mantener a nuestros hijos alejados de las infecciones para que tengan un buen desarrollo integral, para un mejor mañana.
Existen muchos beneficios cuando se consumen probióticos, por lo que es importante incluirlos en la alimentación no sólo de los niños, sino también en la de toda la familia.
Reducen la fiebre
De acuerdo con la Academia Estadounidense de Pediatría, los niños que se alimentan con probióticos disminuyen significativamente los episodios y duración de la fiebre, por lo que se mantienen con una buena salud, lo que es esencial para que alcancen su máximo desarrollo integral.
Se logra fortalecer el sistema inmune y respiratorio
Los probióticos previenen infecciones debido a que ayudan a mantener el equilibrio de la flora intestinal, creando una barrera protectora contra bacterias malas, de acuerdo con un estudio publicado en Pediatric Gastroenteology Hepatology & Nutrition.
Se regulan las emociones y mejoran el estado de ánimo
Un estudio publicado en la revista Nature señala que el microbioma intestinal está relacionado directamente con el bienestar emocional. Es decir, si nuestros hijos tienen una flora intestinal sana, tendrán un mejor estado de ánimo.
¿De dónde obtenemos los probióticos?
Estos microorganismos vivos se encuentran en diferentes alimentos como la leche materna, sin embargo, cuando nuestros hijos cumplen 1 año de edad y dejamos de amamantar, se pueden conseguir en productos fermentados lácteos o en leches de crecimiento como NAN® 3 Supreme Pro, que incluye probióticos BL los cuales pueden ayudar a fortalecer el sistema inmune de los niños; además, es la única en México con 5 HMOs (oligosacáridos de la leche materna y proteína selecta A2, que en conjunto ayudan a impulsar su desarrollo integral*).
Sin duda, los probióticos deben ser parte de la vida de nuestros hijos, para ayudarles a que alcancen su máximo desarrollo integral y su sistema inmune esté fuerte para prevenir la presencia de infecciones o enfermedades que no les permitan jugar o aprender como siempre lo hacen.
Tengamos en cuenta que existen muchos tipos de probióticos, por lo que es indispensable que acudamos con el pediatra para que recomiende el que más se adapte a las necesidades de nuestros hijos.
*En conjunto con un cuidado materno adecuado, un ambiente de respeto, amor, confianza y comprensión.
Revisado por el Dr. Efrén Budar, egresado del Instituto Nacional de Pediatría.