Cuidar a los hijos de tiempo completo cansa más que trabajar, según estudio
Una vez que se duermen los hijos, regresa la calma; pero, las mamás sentimos que no podemos más… estamos tan agotadas que nos quedamos dormidas al instante. Tal vez dirían que exageramos, pero un estudio reciente avala que, efectivamente, cuidar a los hijos es más agotador que cualquier trabajo fuera de casa.
La investigación realizada por el Pew Research Center encontró que atender a los hijos de tiempo completo es una de las actividades más agotadoras; después siguen las actividades domésticas y, en tercer lugar, las relacionadas con un trabajo remunerado.
Sin embargo, será muy agotador o terminamos “sin pila” (mientras que ellos la tienen al 100%); pero, la felicidad y satisfacción de convivir con nuestros pequeños es muy grande.
Tan sólo esa sensación de placer, emoción y alegría cuando jugamos con nuestros hijos, ya sea a los superhéroes, a las princesas, contando cuentos, brincando de arriba para abajo, o simplemente besándolos y abrazándolos, no se compara con NADA en el mundo.
En ese momento las mamás nos olvidamos de todo y nos sentimos más relajadas y sin estrés (siempre y cuando no hagan berrinche, jajaja); nos enfocamos a redescubrir nuestra imaginación y a ser felices de la nada.
¿Por qué estás tan cansada?
Esta pregunta es sencilla y sarcástica a la vez. Cuando nos las han hecho seguramente hemos sentido enojo, frustración o ira. La respuesta en nuestra mente seguro enlista más de 10 cosas: cuidar a los hijos, bañarlos, hacer la comida, darles de comer, limpiar la casa, lavar, hacer la tarea con los pequeños…
Ahora, imagínense a las mamás que no solo estamos al pendiente de los pequeños y del hogar, sino que también nos desarrollamos profesionalmente... Simplemente, respeto y admiración.
Después de esto, lo único que podemos señalar es que sí: como demuestra la ciencia, la maternidad no es nada fácil y es muy agotadora. Incluso, podemos hasta padecer el síndrome de Burnout , pero nadie nos quitará la maravillosa sensación de mirar a nuestros pequeños y decir: vale la pena.
Fuente: Pew Studies Center Analysis