No me disculparé por compartir la cama con mi hijo... Aquí mis razones
Hay veces que mi pequeño se acuesta en mi cama, me abraza y se queda dormido… Es el abrazo más reconfortante del día, que intento no moverme para alargar ese momento. Sé que debería pasarlo a su cama, pero… ¡qué más da! No hay nada mejor que compartir la cama con mi hijo. Lo sé, la recomendación de especialistas es que los niños duerman en su propia cama, pero lo siento, no me disculparé por hacerlo. Aunque no es siempre, sí tengo mis razones para defender y atesorar ese momento mágico con mi hijo.
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1. No tengo que levantarme a consolarlo en la noche Cuando mi hijo duerme en mi cama y tiene pesadillas o se despierta, basta con abrazarlo, y no tener que levantarme en la madrugada para ir a verlo a su cuarto.
2. Porque es más fácil dormirlo Todas las noches me pide que comparta su cama con él para que se duerma. Y he comprobado que cuando lo hago, se duerme más rápido que cuando lo hace él solo.
3. Será un niño más sano
Muchas personas dicen que los pequeños se vuelven dependientes cuando duermen con los papás, pero, pediatras como Carlos González, presidente de la Asociación Catalana Pro Lactancia Materna (ACPAM), aseguran que, al contrario, tienen menos problemas mentales y emocionales cuando son adultos.
4. Se estresa menos Los pequeños que duermen con sus papás se estresan menos que aquellos que duermen solos todas las noches.
5. Se convierten en bellos durmientes Los hijos que duermen acompañados de sus papás duermen más y de forma más profunda que aquellos que no lo hacen.
6. Me preocupo menos No tengo que despertarme a cada rato en la noche para taparlo o para tomarle la temperatura cuando está enfermo. Si lo tengo cerca de mí, será más fácil hacerlo.
Si como mamá o papá tomamos las medidas adecuadas para que dormir con ellos sea seguro y no corran peligro, disfrutaremos al máximo este momento inolvidable para nuestros hijos y para nosotros.