Tenemos que hablar de Papá Cerdito (y por qué todos son tan malos con él)
Como otros miles de niños de su edad, mis hijas ven Peppa Pig todos los días. Es una de las series animadas infantiles más populares hoy en día, a tal grado que el mercado está inundado de mochilas, álbumes de calcomanías, juguetes y piñatas de la caricatura.
Y aunque no se trata de un show estrictamente educativo, incluye lecciones sobre la interacción entre niños y adultos, además de mostrar un pueblo ficticio en el que aspectos como el transporte público y el servicio médico son bastante eficientes.
Sin embargo, después de ver varios capítulos de Peppa durante días (o de escucharlos desde mi escritorio, donde estoy ahora), noté que las críticas hacia Papá Cerdito son una constante en el programa. No sólo es abandonado a la orilla de un río mientras el resto de la familia hace un picnic y regala su porción de pastel a los patos, también es obligado a saltar en paracaídas a pesar de que le teme a las alturas y a dormir bajo la lluvia en el bosque porque no cabe dentro de la casa de campaña.
En otro capítulo, su familia dona el sillón viejo de Papá Cerdito contra su voluntad, mismo que él mismo termina por COMPRAR por una gran suma de dinero.
Pero, quizá, lo peor del asunto es cada vez que Peppa se esfuerza en hacer notar lo gordo que está su papá.
“Estómago grande de papá” es la contraseña impuesta por Peppa en un episodio para entrar a su casa en el árbol. En otro capítulo, la familia se ríe cuando Papá Cerdito intenta llevar, discretamente, un pastel a casa. Y, en uno más, un personaje llamado “Señor Papas” recibe un dibujo hecho por Peppa, en el que retrata a su papá acostado en un sillón con una gran bola como barriga.
Peppa no deja pasar ninguna oportunidad para recordarle a Papá Cerdito que está gordo o fuera de forma, incluso cuando él intenta demostrar lo contrario.
La verdad es que Papá Cerdito no es mucho más redondo que el resto de los personajes en la serie. Además tiene el récord mundial de saltar en charcos de lodo, sabe sumergirse en el agua sin salpicar una gota como clavadista olímpico y logró correr varios kilómetros para recaudar fondos y reparar el techo de la escuela. E, incluso aunque efectivamente estuviera fuera de forma, eso no le da derecho a Peppa de criticarlo de esa manera. ¡Basta ya, Peppa!
El fat-shaming ha desaparecido gradualmente en las temporadas más recientes de Peppa, lo cual es un alivio. Papá Cerdito es un gran personaje, sobre todo por la forma en que presenta la paternidad: una tarea que realiza de forma equitativa con Mamá Cerdita, y en la que ambos tienen el mismo peso y la misma autoridad a la hora de tomar decisiones y educar a sus hijos.