“Hoy me di cuenta que nunca me voy a ver así otra vez”
Hace unos días se viralizó un posteo en redes donde Selena Gómez subió una foto de hace algunos años, en donde sale en bikini, con un cuerpo más delgado que el que hoy tiene. “Hoy me di cuenta que nunca me voy a ver así otra vez”, escribía al lado de la foto
Selena Gómez no es mamá, pero su cuerpo ha cambiado. Se ve distinto del que habitó hace 10 años porque así es la vida y así es estar vivo. Ella en su papel de celebridad está mucho más expuesta a críticas y a la eterna exigencia de la sociedad de envejecer solo en años, pero verse siempre igual, delgada, jóven, feliz.
A las mujeres que traemos más humanos al mundo nos observan desde el segundo uno en que salen de nuestro cuerpo estos bebés evaluando si “recuperaremos” nuestro cuerpo y en cuanto tiempo. Si no logras verte delgada después de tener un hijo, básicamente eres un fracaso. Te diste por vencida, “se dejó”.
Yo tampoco tengo el mismo cuerpo que hace diez años. Mi cuerpo en estos diez años ha hecho un montón de cosas maravillosas. Se enfermó y se recuperó, superó retos, corrió dos maratones, me llevó y trajo varias veces a grandes lugares, bailó, comió, descansó y se rompió de algunas partes. Me ayudó a llorar cuando quise, me dejó reír y abrazar.
Recibió abrazos, besos y uno que otro golpe.
Sobre todo, este cuerpo hizo a mi hija, fue su casa durante más de 9 meses y se desgarró para dejarla venir al mundo. Hoy es el lugar seguro de una niña de 7 años. Todo eso ha cambiado mi cuerpo, no se ve igual que hace diez años, No es el mismo, es mejor.
Y, en completa honestidad, me gustaría decir que amo y respeto a mi cuerpo siempre, pero no es así. Lo he criticado, lo he querido cambiar, le he reprochado no ser lo que todos quieren y no haberse quedado congelado en el tiempo. Estoy aprendiendo, estoy intentando, estoy recordándome todo el tiempo, que como dijo Selena, “no soy perfecta, pero estoy orgullosa de quien soy… A veces olvido que está bien ser yo”.