Soy un hombre que no ayuda a mi esposa con los niños y las tareas de la casa.
Yo no ayudo a mi esposa con los niños y las tareas de la casa. No ayudo a mi esposa… Ejerzo mi responsabilidad. Ejerzo mi deber como papá. Es mi responsabilidad ser su compañero.
Al llegar a casa cansado del trabajo, lo único que quiero es ponerme la pijama. Al igual que yo, ella está cansada, pero si trabajamos en equipo para cumplir con nuestras responsabilidades, tendremos más tiempo de calidad en familia. Tal vez no lo haga tan bien como lo hace ella, pero me esfuerzo para que juntos saquemos adelante nuestro hogar.
¿Por qué pensamos que las tareas del hogar y el cuidado de los hijos son responsabilidad de la mujer y que el esposo solo “ayuda”?
Tal vez se deba a que la mayoría de las personas piensa que sigue existiendo la idea de reparto de tareas: el hombre provee los recursos y la mujer es la encargada del hogar.
Foto: IG @burtsbreesplease
Sin embargo, esta idea ha cambiado mucho en los últimos años. En lo personal quiero que mis hijos aprendan a que lavar la ropa o los trastes, planchar o limpiar la cosa es cosa de dos: tanto de hombres como de mujeres.
Así que yo no ayudo a mi esposa, a mí no me cuesta trabajo estar con mi hijo, cambiarle el pañal, ir al supermercado por las cosas que necesitamos, doblar la ropa, poner una lavadora, lavar los trastes o preparar una rica comida. Todo esto no me quita “mi hombría”, al contrario, me fortalece como ser humano.
Otra ventaja de compartir la responsabilidad de las tareas de la casa para los papás que tienen hijas, es que ellas serán más exitosas y mejor pagadas.
Las niñas que tienen papás que limpian la casa, lavan la ropa y preparan la comida, tienen mejores aspiraciones profesionales, según una investigación de la Universidad de Columbia.
