Tus hijos deberían decirle por su nombre a sus genitales por su seguridad
¿Por qué suele ser tan difícil pedirle a los niños que le digan a sus partes íntimas por su nombre y no con un “apodo”? Tal vez como papás o mamás pensemos que decirle “pilín”, “florecita” u otro sobrenombre es menos agresivo que llamarle pene o vulva, pero no es así.
Aunque para los adultos resulte un poco incómodo, desde pequeños debemos fomentar que los niños nombren a sus genitales con su respectivo nombre, ya que esto podría ayudar a prevenir el abuso sexual.
De acuerdo con Dona Matthews, psicóloga del desarrollo y colaboradora de Psychology Today, cuando los niños aprenden y usan los nombres de cada parte de su cuerpo adquieren una mayor seguridad para hablar sobre cualquier tema.
“Cuando los niños se sienten incómodos hablando de ciertas partes del cuerpo, y lo demuestran con risas al mencionar las partes íntimas, aumenta la probabilidad de que se sientan avergonzados respecto a ese tema y, por ende, es menos probable que digan si alguien los está tocando de forma inapropiada”, señala Dona Matthews.
Si los adultos muestran su incomodidad sobre el tema sexual, los niños percibirán que se trata de algo malo o prohibido, cuando no es así realmente.
No obstante, si demuestran que no existe ningún problema al hablar sobre el tema y se les enseñan sin vergüenza los nombres de cada parte de su cuerpo, están mejorando su autoconfianza y la apertura para hablar sobre ellos.
Pero, lo más importante es que les estamos dando un aprendizaje muy valioso y así evitamos que sean niños susceptibles al abuso infantil.
Algunos consejos para evitar el abuso infantil son:
- Desde pequeño es importante que le enseñemos a nuestro hijo a cuidar su cuerpo, y como primer punto es explicarle, con un lenguaje de acuerdo a su edad, que las partes que cubre el traje de baño o ropa interior, solo las puede mirar o tocar mamá, papá o el doctor para ayudarlo a limpiarse o revisarlo si tiene algún dolor.
- Evitemos obligar a tu hijo a dar besos o abrazos cuando no quiera hacerlo, ya sea familiares o amigos. Al respetar su decisión les estamos enseñando una gran lección: es dueño de su cuerpo, por lo que debe protegerlo y, tiene todo el derecho de ser respetado.
- Enseñemos el concepto de cómo ciertas formas de tocar son agradables y hay otras que no son cómodas. Hay que pedirle que nos diga cuando no se sienta cómodo con alguna caricia o acercamiento de alguien, y que cuando se sienta incómodo, diga inmediatamente “No”.
Fuente: Healthy Children, Psychology Today