Estamos torturando a las nuevas mamás al no dejarlas dormir
Todos, la sociedad, las parejas, las otras mamás, todos estamos torturando a las nuevas madres que se aventuran en este maravilloso mundo de la maternidad.
Cuando les pedimos que regresen a la normalidad, que ajusten su nueva vida con la pasada, que aguanten días sin dormir y logren hacer sus labores o su trabajo como si no hubiera pasado nada. Y encima negando que existe la depresión posparto y las consecuencias de esta nueva vida en la salud mental de las mamás. ¿Que acaso nadie se ha dado cuenta que la vida no vuelve a ser normal después de tener un hijo?
Otras mujeres presumen cómo recuperaron sus cuerpos al 5to día y como en unas semanas ya están de nuevo en el gimnasio comentando en sus fotos que suben que quien no lo hace es porque es floja.
Las nuevas mamás necesitan descansar, el tiempo que requieran y sin presiones. Necesitan recuperarse después del esfuerzo que hicieron, su cuerpo debe ajustar sus niveles hormonales y eso se logra con el tiempo.
Algo muy importante que nadie ha notado es que las mamás necesitan dormir, todo lo que puedan. La deprivación del sueño era una forma de tortura que se utilizaba desde hace 500 años para crear cambios a nivel psicológico en donde las personas perdían sentido de la realidad y afectaba su capacidad de comunicarse.
Cuando una persona deja de dormir se vuelve más irritable, ansiosa e incluso llegan a desarrollar psicosis, la cual es muy peligrosa si una mamá a tenerla en el puerperio, pues viene acompañada de depresión posparto. Solo se necesitan 3 días de no dormir para comenzar a sufrir estos síntomas y después se va haciendo una bola de nieve incontrolable, pues la ansiedad que surge con esto va provocando que las personas duerman menos.
La cuestión con la deprivación del sueño es que es como una costalito que se va llenando de horas sin dormir, es acumulable, pero se recupera fácilmente durmiendo. Cuando las mamás se quedan con el bebé y toman los cuidados de la noche porque el papá ha regresado a trabajar estamos dándole toda la carga a las mamás poniendo en riesgo su salud mental.
Además de no dormir, las mujeres viven preocupadas por saber si lo que están haciendo está bien, por querer recuperar su vida de antes, porque van a volver al trabajo, por los sentimientos de su bebé, aprender a alimentar a su bebé, por su cuerpo, por que la casa no está ordenada, porque tienen que activarse, y por mil cosas más, lo que podría terminar en una depresión, ansiedad crónica y un círculo vicioso por no descansar adecuadamente.
Dejemos de torturar a las nuevas mamás, esos primeros días es cuando más necesitan el apoyo de los suyos, de su pareja, sus amigas, su tribu. No podemos perdirles que hagan todos solas, merecen ser cuidadas, que alguien les ayude, no podemos hacer que se rompan en mil pedazos intentando descifrar lo que es la maternidad, porque esa es la forma de prevenir la depresión posparto.
Es por eso que un papá involucrado puede hacer toda la diferencia además de buscar tiempos razonables de baja por maternidad en el trabajo y asesoramiento en salud emocional.
Tenemos que voltear a ver más a la mamás, los bebés siempre estarán sanos si su mamá está bien, obliguemos a las mamás a dormir, apaga la luz de su cuarto, dale otra almohada, hagámonos cargo de lo demás.
Fuente: Por qué la depresión posparto importa, de Mia Scotland.