Reglas al visitar a un recién nacido
Nadie sabe lo que sufre una mamá con las visitas que quieren conocer al recién nacido, hasta que estás en su lugar.
Y no quiero decir que no nos gusten, a veces nos alegran el día y nos hacen sentir menos cansadas, alivian el dolor y nos recuerdan que no estamos solas en esto. Pero a veces, solo algunas personas, nos dejan más trabajo del que ya podemos hacer, tenemos que atenderlos como si no hubiéramos pasado por un parto 48 horas atrás, como si durmiéramos toda la noche, como anfitrionas.
No, esas visitas es lo que NO necesitamos en esos primero días después del parto, que nos haga pararnos de la cama para darle un vaso de agua que después tendremos que lavar.
Queremos visitas que nos ayuden a cargar al bebé para poder bañarnos, que nos ayuden a lavar los trastes si es que hay, que lleguen con comida recién hecha, que nos acompañen si es que estamos solas y que nos escuchen de todas las nuevas quejas y dolores que tenemos, que nos dejen llorar porque nuestras hormonas están en el aire todavía.
Sé que es muy difícil decirle a alguien que no vaya a tu casa esos primeros días, tener que pedirle a tu tía que por favor no se coma el pan que te acaban de llevar porque no sabes hasta cuándo vas a salir a comprar o a tu suegra que por favor se lave las manos y no le de besos a tu bebé tan cerca de la boca.
Es por eso que quiero compartir contigo algunas reglas, no importa si ya pasaste por eso, siempre es bueno tenerlas en mente y compartirlas:
1. Pregunta antes de llegar
Esto es lo mismo a nunca llegar de sorpresa. Avisa siempre a la nueva mamá pues no sabes si está por fin durmiendo después de 3 noches de no lograrlo o se siente tan cansada o tiene que estar con las bubbies al aire porque sus pezones se agrietaron. Trata de que las visitas sean cortas, a menos que la indicada te pida quedarte más tiempo.
2. Lleva comida de preferencia
Difícilmente una nueva mamá hará comida para ella, si no hay alguien que la ayude, la poca que tiene no puede acabarse en una visita. Si cada visita lleva algo, un pan, galletas, arroz, una sopita, le harás un gran favor.
3. Lávate las manos siempre al llegar y no beses al bebé
Lo de las manos no es negociable, los bebés están tan pequeños y desprotegidos, que no se pueden exponer a bacterias. Y lo de los besos, a menos que tengas la entera confianza, hazlo, pero la realidad es que a ninguna de nosotras no encanta ver a nuestro recién nacido de brazo en brazo siendo besado por todos. Ya tendrás tiempo de hacerlo cuando el bebé esté más grande.
4. Haz algo que ayude a la nueva familia
Una de mis amigas se ofreció a tender la ropita del bebé que yo ya había metido a la lavadora. Puede parecer algo muy simple, pero fue una gran ayuda. Lavar los trastes, limpiar la mesa, ayudarle a meter la ropa a la lavadora, son cosas que no te quitan nada y a la nueva familia les ayuda con minutos extra para descansar. Otra buena idea es ayudar a cargar al bebé para que la mamá se pueda bañar, acompañarla a las vacunas, llevarla a la cita con el pediatra, etc.
5. No juzgues o hagas comentarios de cómo debe hacer las cosas
Además de que podría soltarse a llorar porque sus hormonas todavía están como rueda de la fortuna, la nueva mamá está haciendo todo su esfuerzo por hacer lo mejor que puede con lo que sabe, así que si el bebé llora y ella lo abraza boca abajo, aunque tú pienses que así no se hace, ella está descubriendo cómo hacerlo. Mejor ofrece tu ayuda para arrullarlo y espera a que ella te pregunte cómo hacerlo.
6. No lleves a tu novio que no conoce a tu amiga
Esos días queremos ver caras conocidas y tal vez no pasa nada si llevan a alguien que no conocemos, pero no es lo ideal. Estamos tan cansadas, en pijama que necesitamos sentirnos en confianza, ya sea para seguir en pijama o poder amamantar a nuestro bebé sin tener que sacar a todos de la recamara.
Cuando una mamá pide ciertas cosas para visitar al nuevo bebé, no es grosería, es empatía. Vas saliendo de una cirugía o de casi un día completo de dolor. No es fácil y lo que menos queremos es hacer más cosas de las que tenemos, porque el cansancio es real, para todos.
¿Tú qué otras reglas añadirías? cuéntanos algo que te haya pasado en esos días que te encantó y te gustaría que otras personas lo hicieran con las nuevas mamás.