Así son los niños que nacen en invierno
Está empezando el invierno y con él llega el frío, las festividades navideñas, así como el nacimiento de bebés, los cuales tienen ciertas características de la temporada (para bien y para mal).
No hay duda que todos los niños son únicos y diferentes, pero los bebés de invierno tienen similitudes muy marcadas, y esto se debe a la alimentación, las hormonas, la temperatura, la exposición a la luz solar y a las enfermedades a las que estuvo sometida la mamá durante el embarazo.
Si tienes uno o más que hayan nacido en esta época del año, tienes que conocer estas características de tu hijo de invierno.
1. Son más grandes
Investigadores de las universidades de Harvard y Queensland detectaron que los niños que nacen en los meses de invierno son más altos y pesados. Además, la circunferencia de su cabeza es mayor a los siete años, que aquellos que nacen en otra época del año.
2. Tienen una mayor inteligencia
Los pequeños que nacen en los meses de diciembre, enero y febrero tienen una mayor capacidad para resolver ejercicios de inteligencia.
3. Son más longevos
Cuando son adultos, quienes nacen en invierno viven siete meses más que aquellos que nacen en abril y junio.
4. Son más enojones
Los niños de invierno se desesperan y enojan más, que los bebés de verano, los cuales son más felices y alegres.
5. Tienen un mayor riesgo de padecer alergias
Su sistema inmune y respiratorio es más débil, así que tienen que fortalecerlo con vitaminas para prevenir el desarrollo de alergias, asma u otras enfermedades respiratorias.
6. Son menos propensos a padecer esclerosis múltiple
Investigadores de la Universidad de Oxford han descubierto que los bebés que nacen en noviembre tienen la incidencia más baja de esta enfermedad, debido a que la madre está expuesta más a la luz solar durante el embarazo, es decir, obtiene más vitamina D, que aquellas que permanecen embarazadas en invierno.
7. Se portan mejor
Aunque las madres que tienen hijos de invierno lo pongan en duda, científicos de la Universidad de Queensland señalan que los niños menos latosos (de entre 4 y 5 años) son los que nacen en esta estación del año.
8. Sus huesos son más débiles
Los bebés que nacen en invierno tienen poca exposición a la luz solar, por lo que la absorción de la vitamina D es menor, lo que se traduce en huesos débiles.
9. Existe una mayor probabilidad de nacer prematuros
Estudios de la Universidad de Princeton revela que se registran más niños prematuros en invierno, porque en esta época se presentan más enfermedades gripales que pueden afectar la gestación.
10. Son más depresivos
Los bebés de invierno tienen un mayor riesgo de sufrir trastornos neurológicos como trastorno afectivo estacional (depresión de invierno), la depresión bipolar y la esquizofrenia, debido a la poca exposición a la luz solar.
Muchas de las características de los bebés de invierno se pueden prevenir si aprovechas los ratitos de sol para exponer a tu bebé por algunos minutos para que así pueda absorber vitamina D.