Por qué los niños se obsesionan con las cosas que tienen cara de sus personajes favoritos?
Mi hija está obsesionada con su disfraz de Elsa. Me ha hecho hacer cosas tan extremas como levantarme a las tres de la mañana y meter el disfraz a la lavadora para tenerlo listo al día siguiente. Eso, o aventarme el berrinche tamaño guerra mundial si no estaba listo para volver a ponérselo.
Pero, ¿por qué nuestras hijas no quieren usar una mochila que no sea de princesas? O, ¿por qué nuestros hijos no aceptan llevar a su primer día de clases una lonchera que no sea la de Rayo McQueen?
Los personajes de fantasía tienen influencia sobre nuestros hijos más allá de lo que sospechábamos, y los psicólogos nos dan varias razones:
Las productoras y empresas saben diseñar con maestría a los personajes de colores y formas atractivos para los niños. Animales que hablan, princesas con grandes ojos o imponentes Transformers llaman la atención de cualquier pequeño.
Las historias de sus personajes favoritos permiten que los niños lidien con emociones difíciles para su edad. Es por eso que se sienten identificados con ellos y adquieren poco a poco la confianza de lidiar con cualquier problema.
Disfrazarse de su personaje favorito, o bien tenerlo en su mochila, lapicera o lonchera en momentos cruciales – como el primer día de clases – les da seguridad. Cuando tu hijo se va a la escuela con un backpack de Avengers en la espalda, esto lo hace sentir más confiado de dar un nuevo paso.
¿Qué tipo de artículos debería elegir para los pequeños?
Sabemos que, mientras que para los niños lo importante es ver los rostros de Masha y el Oso o los jedis de Star Wars, nosotras como mamás buscamos que sus útiles duren una buena temporada.
En mi experiencia, la marca que ha hecho feliz a mis hijos (porque tiene todos los personajes que les gustan) y a mí (porque aguantaron todo el año escolar) es Ruz.
En el caso de las mochilas, tienen una gran capacidad a prueba de libros gigantes y están hechas de materiales que resisten los malos tratos que los niños les dan.
Las loncheras, por su parte, tienen un tamaño perfecto para que los peques las transporten sin problema y además mantienen toda su comida fresca (sí, hasta ese sándwich que regresó intacto a la casa).
Así que, si tus hijos insisten desesperadamente en llevar a los Minions con ellos en su primer día de clases, déjalos. Tú estarás tranquila porque la lapicera no se romperá a la primera semana de escuela, y ellos se sentirán acompañados por sus caricaturas y películas favoritas.