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Nunca soy la prioridad…

Publicado: 9 de Febrero 2018
Vida de mamá
​Foto: IG @native_mamma
​Foto: IG @native_mamma

​El otro día me escuche a mi misma quejándome en la soledad del baño que me estaba dando en cinco minutos después de haber bañado a los nenes, el agua ni siquiera salía caliente del todo, pero estábamos apurados… “nunca soy la prioridad”, ni para la ropa, ni para arreglarse, ni para la peluquería…. Nunca soy la prioridad de nadie, ni siquiera la mía…mucho menos la mía.

Mi vida se cambió de tal forma desde que me convertí en mamá, ya no hay baños con sales aromáticas, sino esquivando patitos y tratando de que no me abran la puerta, ya no hay elección de vestuario por gusto sino por cual es cómodo para sacar la “teta”, ya no como mi comida caliente, ni espero q una blusa me dure limpia hasta llegar la noche, ya no pinto mis uñas de colores porque sé que terminan descascaradas, ni duermo de corrido una noche entera.

Ya no soy prioridad, cuando tenemos una fiesta soy la última en cambiarme, envío correos desde el celular porque mi computadora está invadida por la princesa holly, mi hora del gimnasio se cambió por llevar a mi nene a natación, las novelas las reemplazó peppa pig, y cuando estoy enferma tomo fuerzas y me levanto igual, nada q un poco de ibuprofeno no pueda solucionar.

Todos esos pensamientos invadían mi cabeza mientras la frotaba rápido con shampoo, y así como se lava el shampoo se lavó lo q pensaba… Porque recordé como se le iluminan los ojitos a mi hijo cuando me ve esperarlo a la salida del jardín, o que es a mi a quien regala cada flor que arranca de las hiervas, porque recordé como mi bebé solo se calma cuando siente MI pecho y el de nadie más, o que la primera palabra de mi hijo en cada despertar es “MAMA

Porque recordé la de veces por día que tengo a mi bebé mamando en mi pecho, o que mi hijo mayor necesita frotar mi brazo para conciliar el sueño, porque cuando tiene una pesadilla necesita que yo lo abrace, porque cuando tiene miedo aprieta fuerte mi mano para sentirse seguro…Porque me sonríen cuando estoy despeinada, ojerosa y sin maquillaje… Porque me ven linda cuando yo no me puedo ni mirar, porque me dan besos cada vez que se los pido, y me piden upa cuando algo va mal… Es mentira que ya no soy prioridad, para ellos lo soy…

Asi que me seque rápido el pelo, me maquille a los apurones, me puse un vestido y unos zapatos y cuando baje las escaleras escuché un “Ay mamá que linda princesa” y todo volvió a ser felicidad. 

Mamá con Ciencia para Naran Xadul

Por: Yesica Espasandin, 31 años, mamá de un niño de 3 años y un bebé de 5 meses, licenciada en biotecnología y doctora e medicina.. pero sobre todo título esta el de mamá 

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