Dos mamás y dos bebés
Una mamá nos cuenta los retos y maravillas de ser una pareja gay con dos hijos y viviendo en este país.
Desde que recuerdo, soñé con tener cuatro hijos, hoy tengo dos. También deseaba ser empresaria, turista, esposa, escritora y todo eso soy.
Tengo una esposa Argentina y yo soy una mujer Mexicana. Somos dos madres educando y cuidado a nuestros gemelos: un niño y una niña.
Mucha gente tiene curiosidad de cuáles son las diferencias, retos, dificultades, beneficios y problemas al ser dos mamás en vez de una.
Estos han sido algunos de los retos y dificultades a las que nos enfrentamos:
- ¿Matrimonio para homosexuales? Sólo en el DF y en viernes, ¡menos mal que yo soy chilanga y no era obligatorio hacerlo en martes! Hoy tenemos un acta de matrimonio idéntica a la de cualquier matrimonio heterosexual y las actas de nacimiento de nuestros hijos llevan el nombre de las dos mamás.
¡Mis hijos fueron los primeros niños hijos de lesbianas registrados en el Hospital!
- Para tener a nuestros bebés, el tener dos úteros y “muchos” ovarios nos permitió de manera muy sencilla vía un procedimiento invitro tener unos hermosísimos cuates (niño y niña), sanos y saludables. ¿Es caro? Sí lo es, y por tanto se puede concluir que no fue una decisión repentina, se planeó con mucho tiempo.
- Fue toda una experiencia elegir al donador y sus características, nos enfrentamos a nuestros propios prejuicios y miedos. Cuando te enamoras; sea feo, gordo, borracho, bipolar o diabético no importa, pero cuando se trata de decidir exclusivamente el aspecto genético, es otra la historia.
- Ahora nuestros pequeños tienen tres años y en vacaciones o momentos sociales estamos expuestos como familia a niños desconocidos que nos entrevistan frente a nuestros hijos, y al explicarles que somos dos mamás, lo que para nosotros y nuestros hijos es natural y explicamos sin ningún problema, sabemos que para otros padres tal vez sea un tema tabú.
- La verdad es que jamás hemos sufrido violencia directa aunque en forma indirecta hemos visto horrorizadas las marchas de odio convocadas por religiosos y conservadores.
- Uno de los mayores retos es el no delegar la totalidad de decisiones educativas en alguien más y nos hemos visto dialogando en exceso para encontrar qué es lo mejor para nuestros hijos. (Muchos hombres, no todos, delegan un gran porcentaje de éstas decisiones a las madres).
- La exigencia del grupo conservador social, hace que cualquier comportamiento no perfecto de nuestros hijos sea “culpa” de nuestra homosexualidad. Cosa que nos pone en el reto de entender que no somos perfectas y no tratar de exigirnos eso como individuos, pareja o familia. Los hijos fallarán y las madres también. Somos humanos.
Maravillas de ser dos mamás
- En lo práctico no hay roles. Aunque confieso que algunos días muero de envidia de esos padres que se van todo el día a la oficina porque “es su deber”. En nuestro caso nos hemos organizado en una igualdad casi absoluta. Ambas sin dormir, ambas trabajando, ambas volviendo locas a las personas que nos ayudan con el cuidado de los niños y ambas compartiendo retos tales como poner límites, respetar, educar, acompañar, aconsejar, dialogar y dar valores a nuestros hijos.
- A las clases de las tardes y los cumpleaños de compañeritos asistimos algunas veces las dos y otras nos turnamos. Nos llama la atención la ausencia de padres de familia que trabajan muchísimo; al parecer “les toca” a las madres asistir solas a todos esos eventos “sin importancia”.
Ambas somos empresarias, productivas y el dinero que generamos es para nuestra familia.
- Enseñarles lo que sabemos es un placer, los roles estipulados no son una buena guía, no creo en ellos y me parecen ridículos. ¿Las mamás no sabe nada de fútbol, de herramientas, autos, ciencia, política, tecnología? ¿Lo único que sabemos es de recetas, moda, peinados y educación de los hijos? En mi casa todos sabemos de todo y lo que no, lo investigamos. La pasión y el gusto personal es lo que nos guía.
Entendemos las necesidades del espacio, tener hijos por momentos puede ser saturador. Nos hemos apoyado para que el ocio, los estudios, viajar y ver amigos continúe en forma individual.
No queremos perdernos esa parte y seguir creciendo como mujeres en busca de autorrealización e independencia.
¿Cómo madres debemos tener un instinto casi mágico adorando todo lo que respecta a niños?
Mentira, muchas veces no tenemos idea qué hacer y también nos disgustan labores que son tediosos y cansados. Como cualquier otra madre o padre hay que llevarlas a cabo, investigar, aprender y ser responsables. Amo a mis hijos, soy muy feliz y suertuda de ser madre. Estoy segura tendremos exceso de anécdotas que contar a las siguientes generaciones.
Por Marcela para Naran Xadul