¿Cómo saber si mi hijo tiene un retraso madurativo?
Algunos niños presentan un retraso madurativo en su desarrollo durante sus primeros años de vida.
Un retraso madurativo puede verse reflejado en varias áreas de su desarrollo: psicomotricidad, lenguaje, el desarrollo cognitivo o la interacción social. La afectación consiste en un retraso cronológico. Un niño con un retraso madurativo tiene un desarrollo cronológicamente inferior al que corresponde a su edad.
La mayoría de las veces, el retraso madurativo se empieza a notar desde los primeros años, aunque en ocasiones suele pasar desapercibido hasta cerca de los dos o tres años, cuando los papás se percatan que su hijo no es capaz de hacer las mismas cosas que los niños de su misma edad.
Por eso es tan importante mantenerse atentos a cualquier señal que pueda indicar una alteración del desarrollo infantil, ya que de esta manera se podrá comenzar cuanto antes el tratamiento.
Es importante no guiarse por lo que dice tu mamá, suegra o amigas y buscar el diagnóstico de un especialista.
Aquí encontrarás una guía de focos rojos que reflejan un retraso madurativo en un bebé que han sido señaladas según la OMS, pero es indispensable SIEMPRE buscar el diagnóstico de un especialista.
Señales de alerta en los primeros DOS AÑOS de vida:
- Empieza a gatear después de los 12 meses o incluso más tarde, cuando la mayoría de los niños de su edad ya están aprendiendo a caminar.
- Tarda un año o más en comenzar a balbucear sus primeras palabras.
- No sonríe ni se ríe cuando te mira
- No balbucea frecuentemente
- No apunta o señala, ni trata de enseñarte cosas que le interesan
- Cuando los demás niños ya caminan, él apenas empieza a dar sus primeros pasos.
- Es incapaz de integrarse con los demás niños de su edad para jugar.
- No reconoce dibujos, objetos o fotos de personas cercanas.
- No muestra interés por los juegos imaginarios ya que su imaginación se encuentra en un nivel muy incipiente.
- No es capaz de seguir el hilo de una conversación larga, ni de una historia infantil porque pierde rápidamente la concentración.
- No puede seguir normas sencillas, ni órdenes que impliquen más de una ejecución.
- Es incapaz de contestar preguntas demasiado elaboradas ya que suele tener un vocabulario muy reducido.
- No suele expresar sus emociones ni su estado físico con palabras, por lo que es difícil saber cómo se siente.
- No puede concentrarse en una actividad específica durante más de 10 minutos.
- Sus juegos no tienen un carácter simbólico ya que es incapaz de abstraerse de la forma o la función concreta de un objeto o juguete.
Las causas que pueden generar el retraso madurativo pueden ser:
- De carácter pre-natal como pueden ser causas genéticas infecciosas, hormonales, etc.
- De carácter perinatal. A veces hay circunstancias que se dan alrededor del embarazo o el parto que hacen que el niño nazca prematuramente o con bajo peso.
- Post-natales como pueden ser traumatismos.
- Estos tres tipos de causas se pueden interrelacionar con las experiencias que vive el niño con lo que le ofrece el ambiente:
- Falta de estimulación. El retraso madurativo puede estar asociado a una pobre estimulación Por ejemplo, un niño puede tener retraso motor porque no dispone de oportunidades para jugar, subir, bajar, saltar, etc.
- Crianza inadecuada. Hábitos como el control de esfínteres o hábitos de autonomía como comer o vestirse se retrasan por actitudes pasotas o de sobreprotección en la crianza.
- También se puede dar el retraso madurativo debido a una causa desconocida. Hay casos de maduración más lenta en niños que se dan por razones que no se pueden explicar. No te preocupes, tan sólo ocúpate.
La mayoría de los pequeños que tienen un retraso madurativo tienden a progresar y alcanzar un desarrollo normal para su edad, siempre y cuando reciban la estimulación adecuada. De hecho, en casi todos los casos el retraso madurativo es temporal, ya que solo se extiende durante los primeros 3 o 4 años del niño.
Con información de la Organización Mundial de la Salud.
