¿Cómo reducir el impacto del divorcio?
Son muchas las razones por las que los papás nos podemos divorciar, pero definitivamente de ninguna de éstas los hijos son culpables. En el momento en el que una pareja decide divorciarse debe tomar en cuenta muchos aspectos, principalmente emocionales, tanto de ellos como de los niños. Al principio, creemos que ellos no se darán cuenta de la situación, pero saben y sienten mucho más de lo que creemos, se dan cuenta de todo y es por eso que debemos estar al pendiente de saber manejar este momento, por el bien de todos.
¿Cuáles son los principales puntos a tomar en cuenta, ante una separación, con respecto a los hijos?
El primer paso es definir entre ambos cómo lo van a comunicar, sobre todo si los hijos aún son pequeños. El ambiente y la dinámica familiar están a punto de cambiar radicalmente, y la forma en que los papás den esta información a sus hijos puede ayudarlos (o no) a procesar los hechos de mejor manera. Los papás deben prepararse bien para comunicar este mensaje, pues probablemente éste sea un momento que los hijos recuerden toda su vida.
¿Cuál es la mejor forma de comunicar la decisión?
Lo ideal es hacerlo juntos, en casa, con la mayor serenidad posible y preparados emocionalmente para responder preguntas. Si alguno aún no se siente fuerte para hablar con sus hijos, conviene que busque ayuda profesional para poder hacerlo de la mejor manera. Es importante darles certezas sobre lo que va a suceder. En principio, debes tener claro que no podrás evitar el sufrimiento de la separación, pero sí es posible evitarles preocupaciones, tristezas y estados de ansiedad innecesarios. Lo ideal es que ustedes, como papás, tengan claro lo que vendrá a continuación, para entonces poder dar a sus hijos la seguridad que necesitan en ese momento.
Una vez que se ha comunicado la noticia, ¿Qué otras cosas hay que cuidar?
Procuren evitar que los niños vean a papá o mamá sacar sus cosas. Esto podría ocasionarles una dosis innecesaria de angustia al percibir vulnerable a quien se va, y hacer que se sientan emocionalmente responsables de ello, obligados a protegerlo, lo que podría llevarlos a querer modificar su rol en el sistema familiar. La ruptura impactará a todos; y aunque es cierto que puede ser un poco más difícil para quien se vaya de casa. Lo recomendable es que, quien vaya a sacar sus cosas lo haga al día siguiente, muy temprano o muy tarde, evitando la presencia de los niños.
¿Hay alguna manera de hacer menos dolorosa la despedida?
Sí. Quien se va de casa puede dar a sus hijos un gran abrazo, decirles cuándo será la próxima vez que los verá y qué harán ese día. También es importante dejarles claro que se trata de una decisión con la que ellos no tienen nada que ver. Para los niños, los encargados de resolver cualquier dificultad son sus papás, de manera que es difícil entender por qué no han podido arreglar las dificultades entre ellos, y esta reflexión puede llevarlos a experimentar cierta culpa o creer que pueden hacer algo para cambiar la situación.
¿Cómo orientar sus emociones?
Cuando los papás logran ser lo suficientemente claros, los hijos no necesitan más información. Es importante no excederse ni hablar de más. Lo que sus hijos necesitan en los días que están por venir es contención, y las condiciones para poder expresar su tristeza. Abrácenlos, apapáchenlos, díganles que entienden lo que sienten. Permítanles llorar todo lo que necesiten. Incluso sean más tolerantes si tienen algunas conductas negativas, pues tal vez no sea momento de regañarlos. Es normal que durante los primeros días de la separación los niños muestren algunos cambios en su comportamiento, ya que apenas están procesando la información.
¿Cómo manejar la llegada de una nueva pareja a la vida del papá o la mamá?
Si alguno de los papás tiene una nueva pareja, lo ideal es no comunicarlo a sus hijos hasta que tengan más o menos resuelta la separación. Generalmente, los niños logran procesar bien la información con el paso del tiempo. Aceptan la decisión de los papás, e incluso empiezan a encontrar beneficios de la separación: es probable que ahora tengan dos casas, sus papás se vuelven más divertidos y hasta empiecen a recibir regalos por partida doble. Recuerda: tu misión es evitar que sufra más por cómo manejas las cosas después del divorcio que por la separación en sí.
Las dudas más frecuentes en los niños
1. ¿Quién se irá de la casa?
2. ¿A dónde se irá?
3. ¿Cómo se va a sentir (principalmente quien se vaya) estando solo?
4. ¿Y ellos (los niños) con quién van a vivir?
5. ¿Cada cuánto verán a quien se vaya?
6. ¿Qué cambiará en la dinámica familiar?
7. ¿Qué pasará en las Navidades, cumpleaños, vacaciones?
8. ¿Qué pasará con las mascotas, juguetes, ropa?
9. ¿Quién va a ir al festival de la escuela?
10. Entonces, ¿ahora tendrán dos casas?
Por Psicología para Niños para Naran Xadul Otros artículos que te pueden interesar: