A esa mamá que tiene que hacerla de mamá y papá...
Hoy me puse en tus zapatos, hoy quise sentir y pensar como tú. Imaginé tu dolor, tu rabia e impotencia. Quise sentir tu miedo al futuro, a los reproches y a las preguntas. Quise y no pude. No soy tan fuerte, ni tan valiente ni tan admirable.
Tienes una habilidad única para ponerle sonrisas a esas mañanas atareadas, para llenar de carcajadas esas tardes donde la angustia amenaza con hacer su entrada. Llenar de cuentos las noches de preguntas y dudas. Repartes el doble de amor del que, crees, eres capaz de dar.
Foto: IG@quinn.and.theo
Tu astucia es sorprenderte cuando te ves en la obligación de estirar un sueldo que no alcanza. Nadie te dio un manual ni una guía para esto, por el contrario, el mundo te lleno de ideales, de prototipos, de lo que debe ser. Nadie te preparó para que hagas un trabajo diseñado para dos, pero ahí estas, con la frente en alto y con los puños cerrados en pie de guerra por si te tocan mas peleas, donde demostraste ser la mejor soldado de este campo de batalla, en el que sin pedirlo ni imaginarlo, se convirtió tu vida. Sé que a veces, lloras por las noches. Lloras tu suerte y tu soledad. Sé que, sin pedirlo, llegan esos días cargados de nubes grises en donde quieres explotar. Días en los que quisieras cambiar esa suerte o juego sucio del destino, en los que reprochas, días donde te sientes sola, desamparada y frágil.
Foto : IG@ native_mamma
En esos días, mírate en el espejo, respira profundo, sécate las lagrimas y reconócete. Eres una elegida, llena de fuerza, de valores, de empuje, de vida. Eres admirable, única, poderosa e invencible. Mira a tu alrededor, a esa personita que es tu fuerza, tu motivo y tu inspiración. Esa, que Dios te encargó para que llenaras de amor, porque sabe que eres capaz.
Esa personita, que decidiste cargar en tus brazos y llevarla por siempre en el corazón. Por la que enfrentas el mundo, por la que te levantas día a día, por la que sales adelante. Esa, que hoy te mira desde abajo con inocencia, será la misma que en unos años te mire de frente y te diga lo mismo que te diré yo ahora:
Gracias por enseñarme, por ser un ejemplo. Admiro y respeto tu labor, tu amor y tu valentía. Eres única y la mejor. Texto de Sarita Paredes para 9 Lunas http://www.deprofesionmama.com