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5 estrategias para ayudar a tu hijo a calmar su ansiedad

Publicado: 1 de Febrero 2018
Vida de mamá
Foto: Twenty20
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¿Es frecuente que tu hijo te diga que no quiere ir a la escuela porque le duele la cabeza o el estómago?, ¿se siente temeroso de lo que va a pasar en un futuro cercano? O ¿no puede dormir por las noches y siempre muestra un estado físico de tensión? Tal vez tu pequeño tenga ansiedad.

Es normal que los niños experimenten la ansiedad en algún momento (como la que sienten por el miedo a la oscuridad, que es algo pasajero), pero no lo es cuando es permanente y crea problemas físicos o de comportamiento. Y es ahí cuando debemos actuar y encontrar las estrategias que ayuden a nuestros hijos a calmar esta sensación.

De acuerdo con el psicólogo Jeffrey Bernstein, los pequeños pueden aprender a lidiar con la ansiedad si adquieren las habilidades de calmarse y resolver problemas.

La mejor forma de lograrlo es:

1. Juego de respiración.

Para controlar el nerviosismo y la ansiedad, lo primero que tiene que hacer el pequeño es inhalar y exhalar lenta y profundamente.

2. Sé empático con sus emociones.

Entiende lo que está sintiendo y exprésale que no está solo, que te tiene a ti para ayudarlo a resolver lo que le preocupa.

Es muy útil hablar con el pequeño sobre lo que piensa y lo que siente; el objetivo es que se desahogue y transmita todas sus dudas. Lo que se debe evitar es forzarlos para que hablen.

3. Refleja el problema de tu hijo en un personaje ficticio.

Puedes utilizar un peluche que personifique la ansiedad que experimenta tu hijo. Explícale que es el responsable de protegernos de los peligros, pero cuando se descontrola, tiene que hablar para retomar la tranquilidad.

4. Dale un tiempo para que se preocupe.

Enséñale que preocuparse no tiene nada de malo, es válido; sin embargo, todo tiene su tiempo. 

Crea un ritual donde le des 10 o 15 minutos para preocuparse y externar todo sus miedos, nervios y pensamientos a través de una lista. Cuando acabe el tiempo, dejen el papel en una caja tipo alcancía, para evitar que salgan esas preocupaciones.

5. Cambio de pensamientos negativos. 

Si piensa que fracasa en todo, que algo saldrá mal… hay que enseñarle la versión positiva como “lo seguiré intentando hasta conseguirlo”, “esta vez todo será diferente y haré mi mejor esfuerzo para que salga bien”.

Al cambiar los pensamientos inútiles por útiles y positivos, los niveles de ansiedad del niño se reducirán.

6. Visualizar cosas relajantes.

Se trata de guiar al niño para que imagine lugares relajantes o actividades que le generen calma.

7. Lista positiva.

Consiste en anotar todas las cosas que salieron bien durante el día. Es como un diario, pero sin escribir lo que le genera angustia, sino felicidad y calma.

No olvides que las emociones, los sentimientos y las sensaciones de tu hijo merecen el mismo respeto que las tuyas, así que evita burlas y no las ignores. En su lugar, muéstrale tu apoyo y juntos encuentren la solución.

Fuente: Psychology Today

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