Las andadera para caminar dañan el desarrollo de los bebés, según expertos
Cuando mi hija estaba aprendiendo a caminar escuché tantas veces el: "por qué no le compras una andadera y te ahorras el dolor de espalda y estar atrás de ella".
Pero no lo hice, porque mi pediatra siempre me dijo que no y porque en realidad disfruté muchísimo estar atrás de ella y ayudarla a alcanzar nuevos lugares con sus primeros pasos. Sin mencionar que esto duró tan poquito que en realidad no fue necesario.
Sé que la mayoría de los papás que sí las compran lo hacen con las mejores intenciones de ayudar a sus bebés a caminar y a andar más libres sin peligros, pero investigando más a fondo sobre el consejo de mi pediatra de no hacerlo encontré un estudio publicado en el Journal Pediatrics de Estados Unidos.
¿Por qué no se recomiendan?
Al comenzar a andar por sí mismo va incorporando las primeras nociones espaciales de su propio cuerpo con respecto al entorno, pero en el andador ni siquiera es consciente del espacio. Impide que el niño pueda ver sus propios pies en movimiento, lo cual altera su relación con el espacio.
Por todo esto, un estudio publicado en 2010 en el Bristish Medical Journal concluyó que en lugar de enseñar a caminar, el andador retrasa el inicio de la marcha y altera el desarrollo natural de las piernas y la espalda.
No estamos preparados para aprender a caminar con las piernas separadas, como obliga la andadera. Al no ser natural, fuerza a tener posturas y movimientos forzados.
Los especialistas alertan sobre el riesgo de anomalías en las rodillas y en los pies de los pequeños.
Además, más de 2 mil niños al año acuden a urgencias por accidentes relacionados con la andadera.
Entre 1990 y 2014, más de 260 mil niños menores de 15 meses, (1 año 3 meses de edad), han sido atendidos por lesiones graves. El 90% de los casos fueron por lesiones en la cabeza y el cuello, además de huesos rotos y contusiones.
Esto debido a caídas que sufren con ellas. Los especialistas dicen que cuando los niños están en las andaderas, las llantitas hacen que alcancen velocidades que a veces ni los mismos papás podemos controlar, provocando que lleguen a lugares peligrosos como escaleras, escalones, huecos de la casa, albercas, etc.
Por lo que desde 1990 han hecho llamados a la comunidad a dejar de usarlas, lo cual ha dado buenos resultados pues solo en 2014 hubo 2 mil casos de accidentes en Estados Unidos, un número bajo en comparación con los 20,615 bebés que fueron atendidos en 1990.
En Canadá, las andaderas están prohibidas, tanto que es ilegal traerlas de Estados Unidos para vender, incluso las personas que hacen ventas de garage, no pueden venderlas ya usadas. La Academia Americana de Pediatras están en contra de su uso, tanto que dicen que no deberían ni venderse.
La alternativa
La comunidad de pediatras recomiendan usar los brinca brinca, que no tienen llantitas, para estimular al bebé y mantenerlo en un lugar seguro, sin embargo no es recomendable dejarlos ahí mucho tiempo.
Otra opción es lo que se ha hecho durante años, dejar que solitos vayan progresando hasta que lo logren. Dejarlos que gateen y que poco a poco vayan agarrando confianza para pararse y explorar.
Aunque muchos papás lo hacen con la intención de que caminen más rápido, estudios reconocen que usar una andadera provoca el caso contrario y hace más lento el proceso, evita que tengan noción de su espacio y los pone en peligro con las llantitas.
Tu bebé lo logrará a su tiempo, ayúdalo y acompáñalo en esta etapa, la forma más segura de hacerlo es sin andandera.