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¿Niños ansiosos o enojones? Jugar con este material los ayuda a calmarse y a expresar sus emociones

Publicado: 6 de Septiembre 2018
Estimulación y juego
Foto: Twenty20
Foto: Twenty20

Quizás a veces sientes que tu hijo llora por todo y que hace berrinche solo porque así le nace, y lo único que quieres es que deje ese comportamiento.

Sin embargo, toma en cuenta que las emociones son parte de la vida y que, como papá o mamá, debes dedicar tiempo para enseñarle a tus hijos a canalizarlas correctamente, en lugar de reprimirlas.

Cuando a un niño no se le enseña a manejar sus emociones y tan sólo se le empuja para que las reprima, ese niño crecerá sin herramientas sanas para lograr ser un adulto resiliente y feliz.

Una forma de ayudarlo a manejar sus emociones es jugar con masita. Así, tanto tú como él aprenderán a relajarse.

Naran Xadul

De acuerdo con un estudio de la Wenatchee Valley Collegue, jugar con masita mejora el desarrollo emocional de tu hijo. Está comprobado que le ayuda a expresar y calmar sus emociones; también a desarrollar una mejor capacidad de respuesta ante situaciones difíciles.

Cuando notes que tu hijo parece estresado o enojado, saca la masita de Play-Doh y fíjate como al jugar con ella:

1. Se relaja. Toda la tensión o estrés que muestra tu hijo se reduce mientras aplasta, amasa y rueda las bolitas de masa. Debido a que su atención se está enfocando en otra cosa, su mente se libera de pensamientos negativos y da paso a los positivos.

2. Reduce su enojo. Esto lo logra cuando rompe, corta, aplasta o golpea la masita, debido a que está liberando toda la energía que tiene acumulada en su interior.

3. Crea historias en las que representa el origen de esa emoción que experimenta, es decir, aquello que lo molesta o incomoda. Por ejemplo, puede crear un monstruo (para materializar lo que le causa esa emoción) e inventar con él una historia (expresar cómo se siente) y encuentre la mejor forma de derrotarlo (canalizar la emoción).

Incluso, puedes comprobar las bondades de la masa Play-Doh tú misma; cuando estés a punto de explotar o sientas que llegaste a tu límite, siéntate y juega con la masita -aprieta, moldea o aplasta- y después de unos minutos analiza tus emociones.

Es importante destacar que el enseñarle a canalizar sus emociones, ya sea jugando con masita o a través de otras actividades, no significa que cuides todo para que tu hijo sólo conozca la felicidad. Al contrario, le estás enseñando a desarrollar una inteligencia emocional que le servirá para afrontar las situaciones difíciles de la mejor manera, porque sabrá que hay alguien que lo acompaña y que tiene las herramientas para resolverlas.

Fuente: Creativity in therapy , Wenatchee Valley Collegue y naeyc

 

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