“Hija: que nadie te diga cómo vivir tu vida”
Querida hija,
Cuando crezcas, cuando te hagas mayor, cuando la vida me aleje de ti y ya no pueda cuidarte, recuerda una cosa que te voy a decir.
Si te gusta una blusa, te la pones. Y si te gusta una falda te la vuelves a poner. Si te quieres cortar el pelo, te lo cortas. Si te gusta maquillarte te maquillas y si no, pues no te maquilles. Si te gusta una canción, escúchala y cántala a todo pulmón si eso es lo que quieres. Y si te gusta bailar, la bailas.
Que nunca nadie venga a decirte cómo vivir tu propia vida.
Que tú eres la hija de tu madre y no viniste a este mundo a vivir a medias.
A veces, puede haber personas que intenten presionarte para que hagas algo que no quieres hacer o que te hagan sentir insegura de tus propios gustos o decisiones. No dejes que apaguen tu luz.
Si pudiera pedir un deseo, sería que eternamente pudieras verte a través de mis ojos. Con ese fuego y esa energía vibrante que nadie en el mundo tiene. Confía en ti misma y en tus instintos, sigue tu corazón y sé fiel a tus propias creencias y valores. El camino puede ser difícil a veces, pero recuerda que tú tienes el control de tu propio destino y eres capaz de hacer lo que te propongas.
Siempre te apoyaré en todo lo que hagas y estaré aquí para ti, pase lo que pase.
Recuerda que eres única y especial, y nadie puede quitarte eso.
Con cariño,
Mamá.