No estamos acostumbrando a nuestros hijos a esperar
Siempre hay que esperar por algo en la vida, ya sea en un restaurante, el pago del mes o las vacaciones. Para nosotros los adultos es algo muy normal y poco a poco hemos trabajado nuestra paciencia, pero ¿estamos enseñando a los niños a hacerlo?
No estamos enseñando a nuestros hijos a esperar. Y esperar es muy importante.
Es muy común que como papás y mamás hacemos todo lo posible para ahorrar a nuestros hijos las frustraciones. Sin embargo, si queremos tener hijos felices en lugar de hacer que el viento siempre sople a su favor hay que enseñarles también a navegar en tempestades.
Cuando nosotros éramos pequeños teníamos que esperar para ver nuestras caricaturas favoritas y ahora sucede que nuestros hijos no tienen que hacer ese ejercicio de control de la frustración para esperar ese momento. Con tan sólo un botón ya lo tienen enfrente.
La importancia de enseñarles a esperar a los niños reside en su autocontrol y es parte fundamental de su educación. Muchas veces como papás buscamos ahorrarles la frustración, pero si queremos tener hijos felices, hay que enseñarles de paciencia y resiliencia.
Hoy en día sabemos por muchos estudios que la capacidad de autocontrol del niño es una de las variables que más le van a ayudar en su vida de adulto. Los niños que desarrollan la capacidad de esperar, se convierten en adultos con muchas más habilidades de autocontrol, mejor funcionamiento social y más exitosos.
Cómo enseñarles a ser más pacientes:
1. No darles lo que piden de inmediato. Pueden esperar un poco y tener días para hacerlo. Por ejemplo, esperar una semana para comer helado y no hacerlo todos los días. Tener horarios para ver la tele y esperar hasta el día siguiente a esa hora para verla, en lugar de darle la tablet para que la tenga siempre.
2. Darles una paga semanal para que ahorren, como su domingo. Aprenderán a esperar y a administrarse mejor.
3. Tener rutinas y limitar el tiempo en las pantallas. Así conocerán qué actividades siguen después y sabrán esperar para cuando sea momento de televisión, de jugar o de bañarse.
4. Pedirles que respeten el turno de alguien cuando está hablando y que no interrumpan, es crucial para que puedan entablar una conversación en la cual algunas veces escuchas y otras veces hablas.
5. Enseñar con el ejemplo. Si somos desesperados y nos manejamos con prisa todo el tiempo, ellos lo notarán y comenzarán a ser iguales. Los niños aprenden todo lo que ven en casa.
6. Darle importancia a las actividades lentas que llevan un proceso, como cocinar, practicar algún deporte, hacer manualidades, leer un libro y hasta el simple hecho de atarse las agujetas.
Información verificada por Karen Zaltzman, Coach de Crianza.