Discutir con tu hijo, esto es lo que sí y lo que no debes hacer
Las discusiones no son cosa fácil, y cuando se trata de hacerlo con tus hijos, es aún más difícil.
Primero hay que quitarle la connotación negativa que tiene la palabra y verla como un tipo de negociación que se hace, pues aunque no nos guste, la relación que tenemos con nuestros hijo y la crianza respetuosa tiene mucho de esto.
Cuando se logra tener discusiones positivas y efectivas, podemos enseñarles a los niños a resolver conflictos de forma constructiva, a expresar sus sentimientos y emociones sin miedo y a conversar de forma propositiva y acertiva. Además de tolerancia y cómo llegar a acuerdos.
Nancy Steinberg, Doctora en Psicoterapia y creadora del movimiento "Prohibido Castigar", tiene algunas recomendaciones a la hora de discutir con un niño de 2 a 4 años, la edad de los berrinches, y enseñarles a conversar de forma propositiva, asertiva y positiva; y llevar esta etapa más tranquila.
Lo que no:
- No regañes. "Cuantas veces tengo que decirte que no dejes ahí tu ropa".
- No amenaces. "Si no recoges a la una, a la otra vas a ver".
- No castigues. "Te dije que recogieras, no vas a salir hoy con tus abuelos".
- No compares. "Mira, tu hermana ya recogió todo y es más chiquita que tú".
- No sobornes. "Si no te enojas hoy te compro una paleta".
Lo que sí:
- Tranquilízate, piensa si es un buen momento, si estás calmada.
- Habla en positivo.
- Trata de llegar a un acuerdo. En lugar de imponer trata de dar propuestas que tu hijo diga que sí y no sienta que le estas ordenando hacer algo. Por ejemplo: "Me ayudas a recoger la sala para que podamos jugar" y no decir, "recoge la sala".
- No te enojes, controla tus emociones, sé un adulto.
- Utiliza palabras simples y usa un tono de voz normal.
- Trata solo el problema del presente y no regreses a problemas del pasado.
- Deja que a veces gane, como comer a otra hora o comer postre. Pero hay cosas que no son negociables como su seguridad y sus responsabilidades como ir a la escuela.
- Busca soluciones juntos. Siempre involúcralo en la toma de decisiones y resuelvan el problema juntos.