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Cómo tener niños más felices y tranquilos

Publicado: 5 de Julio 2018
Criando con consciencia
Foto: IG @newdarlings
Foto: IG @newdarlings

La respuesta es muy sencilla: simplifica su mundo. Tiene muchos beneficios, para ti y para ellos, pues estar lejos de horarios rígidos y actividades que no les gustan del todo, los hará estar más conectados con su entorno y por supuesto, contigo.

 

Simplificar no significa que se vayan a sentir sin nada que hacer, al contrario, les das la oportunidad, el tiempo y el espacio de explorar el mundo sin este constante sentir de que es demasiado.

 

Esto los estresa y esto se refleja hasta en casa: muchos juguetes, muchas actividades, mucha información, muchas tareas, muchas elecciones, corriendo siempre a terminar algo porque lo siguiente ya va a empezar. Esto solo los sobreestimula.

 

"Muchos de los problemas de comportamiento actuales provienen de niños que tienen demasiadas cosas y viven una vida que es demasiado rápida", dice Kim John Payne, autor del libro Crianza simple: Usar el extraordinario poder de menos es más para criar niños más tranquilos, felices y seguros.

 

Para simplificar su rutina es necesario empezar en casa, bajando la cantidad de juguetes y ordenando su área de juegos, de esta manera jugará más concentrado y enfocado en una sola cosa y no en querer hacer todo al mismo tiempo.

 

En su área de juegos, ordena sus juguetes favoritos, añade también sus libros y pon cojines y almohadas para hacer una esquina acogedora, tu hijo poco a poco adaptará este espacio para su entretenimiento con lo que tiene.

 

Con sus actividades fuera de la escuela, redúcelas por prioridad y deja algunos días libres para que puedan jugar como quieran, ya sea en casa o al aire libre. De esta manera cuando quieras introducir alguna otra actividad importante, podrás tener toda su atención en eso, sin volver de nuevo al círculo vicioso de miles de actividades.

 

Y por último, déjalos descansar, si quieren estar todo el día acurrucados y relajados, Payne dice que esto es muy bueno, pues el descanso nutre la creatividad, la creatividad a la actividad, la actividad al descanso y así sucesivamente.

 

Simplificando podemos traer chispas de emoción al día a día, podemos estar más en familia y menos haciendo lo que la sociedad demanda que hagamos. Simplificar es encontrar el balance, recuerda que solo con menos cosas los niños podrán encontrar qué es lo que realmente les gusta y quieren hacer.

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