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¿Tu hijo de 6 u 8 años parece adolescente y se la pasa de malas? Esta es la razón

Publicado: 2 de Julio 2020
Criando con consciencia
¿Tu hijo de 6 u 8 años parece adolescente y se la pasa de malas? Ésta es la razón. Foto: IG @lauries_little_ones.
¿Tu hijo de 6 u 8 años parece adolescente y se la pasa de malas? Ésta es la razón. Foto: IG @lauries_little_ones.

Si tu hijo tiene entre 6 y 8 años, y has notado que su humor y estado de ánimo parecen una montaña rusa; en ocasiones está feliz, en otras parece que todo está mal o de plano todo el tiempo está enojado,  tal vez está pasando por una... pre-pubertad.

¡¿Pre-pubertad?!,  ¿cómo es eso posible si tiene tan sólo 6 o 7 años?  Pues sí es posible.  En español no existe una palabra que defina como tal esta etapa (en inglés se le llama Premature Adrenarche), que se caracteriza por esas crisis diarias, las cuales son consecuencia de cambios que su cuerpo está experimentando.

Es decir, su cuerpo le está comunicando que está dejando atrás su infancia, a pesar de que aún no llega a  “la edad”  para ser un puberto o adolescente, pero se está preparando.  Incluso, la edad en que pueden registrarse estos cambios es entre los 6 y los 9 años.

¿Por qué pasa?  Se debe a la activación de la glándula suprarrenal, encargada de producir hormonas,  entre ellas los andrógenos y las hormonas sexuales.

Esta transformación  puede o no reflejarse físicamente, pero sí es muy marcada a nivel hormonal y emocional. 

Los niños que la experimentan suelen tener un comportamiento diferente; se podría decir que hasta voluble, ya que en ocasiones querrán estar solos, se sienten inseguros o piensan que todos están en su contra…

Esto se debe a que los andrógenos suprarrenales son neuroesteroides que tienen un efecto en algunas de las vías involucradas en el procesamiento emocional.

Es una etapa en donde no hay retorno más para la infancia, ya que empiezan a establecer sus bases emocionales y metabólicas para la pubertad o adolescencia. Es decir, los niños empiezan a conocerse a sí mismos y a forjar la identidad que los definirá en el futuro.

¿Cómo ayudarles en este proceso?

Como papá o mamá dedica tiempo para estar con él  (de la forma en que lo permita),  intenta conectar con sus intereses para disfrutar momentos juntos.

Platica con él de sus amigos, de lo que ha logrado en la escuela y a nivel personal, y los retos que deberá enfrentar en un futuro.

Demuéstrale que te interesa lo que siente, lo que piensa y busquen una solución juntos (si lo permite, de lo contrario sólo escucha).

La paciencia es la mejor herramienta de los papás, ya que hay que dejar que sea él quien se “abra”, sin presiones.

Ayúdalo a desarrollar su propio sentido de lo correcto y lo incorrecto de una forma clara y sin críticas.

Pero sobre todo, demuéstrale tu amor,  a través de gestos,  palabras y caricias.  En esta etapa es cuando necesitan sentirse amados, seguros y que tienen alguien en quién apoyarse.

Fuente: childrenshospital.org y cdc.gov

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