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Yo también le enseño a mis hijos buenos modales, y no tengo que pegarles para eso

Publicado: 15 de Marzo 2019
Criando con consciencia
Foto IG: sheridaningalls
Foto IG: sheridaningalls

Muchas veces he escuchado que a los niños de ahora les faltan “correctivos” porque no tienen modales, que tenemos que pegarles para que puedan decir por favor o gracias. Acaso, ¿se pueden enseñar buenos modales sin golpes?

 

Yo me pregunto si esas personas aprendieron a decir esas palabras gracias a los golpes, si cada que las dicen recuerdan su niñez y en especial si esa lección fue gracias a la violencia.

 

Personalmente no lo creo, porque los niños aprenden gracias al ejemplo y a la imitación. Aprenden lo que ven en casa, lo que ven de sus papás y de la gente que los rodea. Los modales, no vienen en las materias de la escuela, vienen de casa.

 

Vienen de mamá y papá diciéndolo. Los modales son un trabajo de todos los días y nada tienen que ver los golpes con ellos, al contrario.

 

Estamos ante una brecha generacional donde la crianza respetuosa se confunde con que un niño no será bueno de grande si no recibió golpes de pequeño. Porque los adultos de ahora crecieron con golpes “y no les pasó nada”.

 

Están completamente equivocados, no hay nada mejor para un niño que crecer en un ambiente de respeto y confianza, pues esto no está peleado con los límites, ya que son parte de la crianza respetuosa. Que un niño crezca en una casa donde no hay golpes, no compromete sus obligaciones, sus responsabilidades ni su calidad moral con los demás, al contrario, se maximizan.

 

Yo le enseño a mis hijos a decir por favor y gracias porque son palabras que valen mucho a nivel emocional, son palabras que reconocen al otro, y no solamente como parte de nuestra educación civil.

 

Entiendo cuando mi hijo no quiere darle un beso a alguien, y no lo obligo. Sin embargo, le enseño que tiene que saludar al entrar a un lugar, porque esos son modales. A dar las gracias cuando alguien hace por él, a pedir de favor las cosas, son gestos de armonía que no tienen por qué perderse entre los nuevos modelos de crianza.

 

Cuando alguien cuestione los modales y la educación de tus hijos, porque no han recibido un golpe para que aprendan, ten siempre en mente que la mejor manera de aprender es a través del respeto y los límites con amor. ¡Sí se puede enseñar buenos modales sin golpes!

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