5 consejos del budismo para criar hijos grandiosos
“Lo que pienses, lo serás; lo que sientas, lo atraerás; lo que imagines, lo crearás”
-Buda-
Si les digo que existe una fórmula mágica para educar a los niños “correctamente”, les mentiría. En primera, porque el significado de “correctamente” es diferente para cada mamá o papá, cada quien educa a sus hijos de acuerdo a sus creencias, educación y recursos.
Lo que sí existen son consejos, como los del budismo, que podemos adoptar a nuestro tipo de educación, con el fin de que nuestros niños sean grandiosos, pero sobre todo, felices, y que tengan un bienestar emocional estable.
1. Todos los días obsérvalo por un rato y haz contacto visual con él
A veces estamos tan cansados, desesperados o estresados que olvidamos mostrar nuestra sonrisa a los pequeños. Si intentamos expresar una sonrisa cada vez que nos hablan, los pequeños se sentirán atendidos y valorados.
2. Valorar sus emociones
Es muy válido que ellos sientan enojo, tristeza, enfado, aburrición o celos; una vez que entendamos la razón o el origen de este sentimiento negativo, será más fácil que les ayudemos a superarlo o canalizarlo.
3. Controlar los pensamientos
El budismo asegura que tanto adultos como niños podemos aprender a dejar a un lado los pensamientos negativos o cambiarlos por positivos. De la misma forma, se pueden cambiar los hábitos para tener un mejor bienestar como disfrutar una tarde de parque con los niños en lugar de ver televisión. La clave está en desenredar los pensamientos.
“Controla tus pensamientos” (Budha).
Los pensamientos están en nuestra mente, son un caos y es importante desanudarlos. Van y vienen sin ningún sentido. Ellos, como los adultos, inventan cosas o las interpretan, dejando volar solos a sus pensamientos.
4. Nosotros mismos debemos mostrar cómo se hace
Una frase del budismo dice: “Nadie puede, nadie debe. Nosotros mismos debemos andar el camino”. Como padres, somos el ejemplo de nuestros hijos, y si queremos que se comporten de una forma, lo que tenemos que hacer es demostrarlo".
5. Enseñar lo que realmente es importante
Muchas veces olvidamos lo que vale la pena, ya sea por falta de tiempo o porque queremos remunerar de alguna forma nuestras ausencias. No importa cuánto tiempo estés con tus hijos, las experiencias son lo que cuentan.
Si cultivamos la atención, introspección y compasión en nuestros hijos, seguramente tendrán una mayor estabilidad emocional tanto en la infancia como en la vida adulta.
Fuente: Centre of Buddhist Studies