¿Qué hace feliz a un niño?
Piensa rápido: ¿Qué hace feliz a un niño? Podríamos tener miles de respuestas y todas las pensaríamos de acuerdo a los gustos de nuestros naranxitos, pero en realidad es que todas las cosas que hacen feliz a un niño son tan sencillas y fáciles que te sorprenderán.
Andar descalzo
A un niño le encanta quitarse los zapatos y eso ¡es muy bueno! Les ayuda a moverse mejor y a sentir el mundo, aprenden texturas y mejoran su desarrollo motriz y sensorial.
Moverse por todos lados
Deja que tu hijo se mueva por todos lados; recuerda que los niños felices no se quedan quietos, juegan mucho y hacen ruido mientras descubren el mundo. Además, les encanta expresar sus emociones sin temor.
Sentirse escuchado
Escucha a tu naranxito cuando te hable y cuando no también. No todo lo que te quiere decir saldrá de sus palabras.
Los abrazos
Abrázalo cuando menos lo espere y cuando más lo necesite. Un abrazo puede durar sólo 20 segundos o más, pero en ese tiempo les estás transmitiendo amor, felicidad e inteligencia.
Una mamá feliz
Un niño es más feliz cuando su mamá también lo es, porque tú eres su ejemplo, eres quien pasa más tiempo con él, eres el centro del universo para tu familia y eres la proveedora de amor y cuidados. Por eso, si tú estás bien, él también lo estará. ¿Cómo lograrlo? Disfruta de algo que te guste, aunque sea por 5 minutos.
Jugar al aire libre
Cuando tu hijo juega al aire libre es muy divertido pero también le ayuda a mejorar su motricidad gruesa, a desarrollar habilidades como el balance, la coordinación y la fuerza, incluso, tienen mejor control de su cuerpo.
Despertar con besos
Un beso de mamá o de papá al iniciar el día lo recargará de energía para hacer sus actividades con buen humor.
Tener una mascota
Cuando eres niño, tener una mascota es lo mejor del mundo, porque ese animalito se convierte en un cómplice de aventuras y un mejor amigo que se quedará en el corazón por siempre.
Si quieres que tu pequeño siga siendo feliz, ámalo por sobre todas las cosas, de forma incondicional. Date la oportunidad de sorprenderte de lo maravilloso que es, de su personalidad y sus ocurrencias que tiene todos los día. Ríete junto con tu hijo, es algo que ninguno de los dos olvidará y les ayudará a estrechar su vínculo aún más.