¿Te cuesta trabajo dormir a tu niño pequeño? Checa estos consejos
Dormir a un niño pequeño es un gran reto todos los días. No hay una fórmula mágica para que cuando le digas “a la cama”, lo haga inmediatamente sin poner un “pero” o tengas que ir tras él por toda la casa para ponerle la pijama.
Sin embargo, algo que funciona para que no te cueste trabajo dormir a tus niños pequeños son las rutinas. Tal vez, te llevará un poco de tiempo hacer que se acostumbren a ellas, pero una vez que lo logres, no volverás a “batallar” más.
Es importante que no les impongas todos los hábitos de una sola vez, sino que sea de forma paulatina. Por ejemplo, sigue cada uno de estos pasos y conforme tus hijos vayan haciéndolos ellos solos, ve incorporando otro más.
- Crea una rutina visual en la que el pequeño pueda ver los distintos pasos previos para ir a dormir: cenar, ir al baño, lavar los dientes, leer un cuento o cantar una canción, y cerrar los ojos. Los niños pequeños piensan en imágenes y saber lo que viene a continuación les ayuda a sentirse con mayor control.
- Establece una hora para dormir, para fomentar una buena higiene del sueño. Toma en cuenta que un niño puede tardar hasta 20 minutos en dormirse.
- Apaga televisión al menos 45 minutos antes de ir a la cama y procura oscurecer poco a poco el espacio, así como suavizar las voces y los movimientos.
- Lee un cuento o hagan algo que los relaje como platicar lo mejor del día. De esta manera su cuerpo se prepara para descansar.
- Evita poner un reloj a su vista, ya que revisar en cada momento la hora, puede estresarlo y eso jamás ayudará a que se duerma.
- Trata que las cenas sean ligeras, de lo contrario no podrá conciliar el sueño pronto porque se sentirá incómodo. De preferencia evita que consuma alimentos que lo estimulen como el chocolate, té, refresco, entre otros.
- Mantén horarios regulares aún en fines de semana y vacaciones, para que su reloj biológico se acostumbre, ya sea para dormir o despertar.
- Cuida que tu hijo se sienta seguro en el lugar donde duerme, así no tendrás problemas de que no quiera dormir en su habitación.
9. Cuéntale historias sobre el momento de ir a dormir, por ejemplo, con unos peluches puedes representar la historia del bebé oso que tiene que prepararse para ir a la cama, etcétera.
También puedes hacer relajaciones guiadas en las que pides que suelten cada parte de su cuerpo, hay pequeños a los que les cuesta trabajo “apagar” su cuerpo.
Las primeras noches serán difíciles, pero la paciencia y el amor son los grandes secretos para que los niños pequeños aprendan a irse a la cama a su hora.
Fuente: Karen Zaltzman, Coach de Crianza certificada por el Parent Coach Institute; Raising Children y Outwittrade