Bebés que se parecen a su papá son más saludables, según estudio
Típico, cuando nace un bebé siempre tratamos de encontrar el parecido entre mamá y papá… Tal vez lo hacemos por curiosidad o por costumbre, y sólo queda en un simple “se parece a ti”.
Sin embargo, se ha encontrado una razón por la que es bueno que se diga que el bebé tiene más rasgos del papá.
Un estudio publicado en Journal of Health and Economics revela que los bebés que se parecen mucho a los padres son más saludables. Pero, más allá de que sea por una transmisión en el ADN o algo más biológico, es por el tiempo que pasan con él.
“Un papá que ve mayores rasgos similares a los suyos en su hijo, consciente e inconscientemente se involucra más en el cuidado o pasa más tiempo con él, lo que ayuda mucho en el crecimiento y desarrollo del pequeño”, señalan los autores.
Durante la investigación se comprobó que los papás que tenían hijos muy parecidos a ellos, compartían hasta dos días y medio más por mes con sus bebés, que aquellos que no se parecían tanto a ellos.
Pero, ¿por qué son más saludables? Muy sencillo, los papás son pieza clave en la crianza del niño y esto se ve reflejado en su salud física y emocional, indica Solomon Polachek, profesor de Economía de la Universidad de Binghamton y coautor del estudio.
Este estudio sólo destaca que un padre debe involucrarse en el cuidado de su bebé desde que nace, y si lo hace desde que está en el vientre de la madre ¡mucho mejor!
Se trata de una invitación a los papás para pasar más tiempo con su hijo (se parezca mucho o poco), para llenarlo de cariño, atención y cuidados que son básicos para la salud y bienestar de un bebé.