Por favor no le preguntes a mis hijos ¿tienes novi@?
El poder de las palabras y las cosas que decimos, que preguntamos o incluso que insinuamos pueden tener un impacto positivo o negativo en las personas.
Muchas veces, como adultos nos cuesta digerir ciertos comentarios o conversaciones porque no nos sentimos preparados y no meramente en temas intelectuales, sino también en el ámbito emocional, ahora imagina esto mismo aplicado a nuestros niños pequeños, es real que ellos no están listos para asimilar ciertos comentarios ni etapas que son de adultos.
Por ejemplo, cuando tienes hijos pequeños de entre 3 y 10 años y algún familiar le pregunta si ya tiene novio, es un hecho que su mente quizás reconozca en términos generales lo que significa un novio/novia, pero no reconoce realmente lo que eso implica, es decir, los niños aún no entienden de amores románticos, como adultos puede parecernos una pregunta chusca pero en el fondo este tipo de comentarios confunden a los niños y los empujan a niveles de roles que aún no les toca vivir.
Recuerdo cuando era pequeña que en una kermesse del colegio uno de los “puestitos” era el del registro civil y el juego era disfrazarse de novio con un sombrero y de novia con un velo y la idea era casarte. Ahora que lo pienso y que lo analizo desde mi trinchera como mamá, digo: ¿Qué onda con esto? ¿En qué momento se promueven este tipo de “juegos” en los colegios? Recuerdo a la “parejita” delante de mí en la fila, el niño solo lloraba porque no quería casarse, pero los papás lo obligaron pues era un “juego divertido”.
No quiero que se me malinterprete, no juzgo por ningún motivo a nuestros padres en aquel momento, pues también fui de aquellas que se casaron, tampoco quiero parecer una mamá generación de cristal, que se asusta cuando escucho que los adultos preguntan constantemente a los niños:
¿Quién te gusta? ¿ya tienes novio? ¿ya viste que bonita niña? Ve a darle un beso.
Lo que sí creo es que en estos tiempos estamos mejor informados, preparados y que esto nos da buenas herramientas para adaptarnos de otra manera a los nuevos tiempos y tomar acciones mucho más conscientes, entre ellas, pensar mejor las cosas que decimos o preguntamos a los pequeños.
Pienso que por ningún motivo me gustaría que en la escuela de mi hija el juego de casarse fuera parte de la kermesse, ni que le preguntaran si ya tiene novio, es más, creo que eso no se debe preguntar a ninguna edad, quien tiene novio simplemente se sabe y si no se sabe es por que esa persona está decidiendo mantener ese asunto en privado.
Por favor, dejemos que los niños sean niños, cuidemos su infancia, suficiente reto tenemos con lidiar con redes sociales y otros medios que adultizan e hipersexualizan significativamente a los niños a edades más tempranas de lo que a nosotros nos tocó. Pongamos límites a los adultos que preguntan a nuestros niños si tienen novios, que obligan a dar besos, que hacen comentarios sobre el aspecto físico. La mayoría son adultos de nuestra misma familia, pero es nuestra responsabilidad como padres poner esos límites.
Foto: @julimonsalveblog
Los niños no tienen novios y punto. Por favor, la próxima vez que tengas un niño enfrente y quieras interactuar con él, pregúntale por su color favorito, háblale de dinosaurios o planetas, pídele que te platique de su día o de su familia. Respetemos sus etapas.
Por Liz Chavarín