Para estar mañana en el recuerdo de tus hijos, debes estar presente en sus vidas HOY
La vida pasa rápido, es fugaz y se va entre los dedos. Parece que los años pasan en una sola noche y las últimas veces nunca se sabe cuándo llegarán.
Los recuerdos que vamos creando muchas veces son más para nosotras que para nuestros hijos, pero ellos también se quedan con muchas cosas de su infancia que les sirven en su vida adulta.
Seguramente tú tienes memorias con tu mamá de muchas ocasiones, el calor de sus abrazos, el sabor de su comida o la paz que te transmitía. Para formar esos recuerdos hay que estar presentes, no sólo en cuerpo, también emocionalmente.
Porque hoy hay muchas mamás y papás que a pesar de tener tiempo suficiente con sus hijos, están ausentes. Sus ojos siempre están en el celular, comparten la mesa pero no hablan de nada, no juegan, no se sientan en el suelo, sólo quieren perfección y niños bien portados que no se ensucien.
No observan con atención a sus hijos y por lo tanto no los llegan a conocer a fondo. ¿Cómo puedes criar y educar a alguien que no entiendes? que no sabes qué le pone triste, qué lo emociona o qué lo pone nervioso.
No comparten más que las cosas cotidianas de casa, y entonces ves niños faltos de atención, con su luz apagada porque su principal reconocimiento no lo están teniendo.
Dar atención no cuesta dinero, no necesita un momento perfecto ni es algo implícito en la relación de padres e hijos, se construye, se da, se cultiva. Es algo que se tiene que cuidar y procurar, como el amor, porque esa atención se quedará en sus recuerdos toda la vida.
Esa atención será la valentía que necesitarán el día de mañana y el calor de hogar para cuando estén solos. Ese sentimiento será lo que les haga volver a casa siempre para recargar energías y el que revivirá cuando ya no estemos y nos vean en fotos.