Las maravillas de las abuelas maternas
La abuela materna es la figura del amor más puro que existe, sin el contraste de autoridad con el que debemos actuar a veces las mamás.
Las abuelas no sólo dedican su tiempo a consentir a sus nietos, sino que siempre se esmeran en sacarles sonrisas, hacerlos sentir especiales y hacerles saber que tienen en ellas al confidente perfecto.
Son cómplices una y otra vez de las aventuras y travesuras que lideran los pequeños y no saben muy bien cómo decirles “no”.
Aman pasar una noche en casa bañándolos, contándoles cuentos, dándoles la leche y poniéndolos a dormir.
Disfrutan como nadie un paseo por el parque mientras empujan la carriola y comparten un dulce o un helado lleno de babas.
Son también las encargadas de llenarlos de besos y abrazos, enseñarles a cantar a todo pulmón y a bailar sin pena alguna.
Les demuestran que no debe afectarles lo que los demás piensen de ellos y que lo más importante es que sean felices.
Lo que las mamás consideramos rutinario, para las abuelas es un regalo maravilloso que les concede la vida día con día.
Gracias mamá por ser la mejor abuela del mundo. Mis hijos son muy afortunados de tenerte.
Por Andrea Jaime para Naran Xadul