Hablemos de posparto...
Este post no será una recomendación nada más, les voy a contar una pequeña parte de mi experiencia en el posparto.
Hace años, recuerdo que alguien me preguntó saliendo de visitar a una nueva mamá que por qué tenía panza todavía si la bebé ya había nacido. Me le quedé viendo. No sabía si era real la pregunta.
Me quedó claro que mucha gente piensa así cuando años después "caché" a un amigo viendo mi panza saliendo de mi segundo parto, y me preguntó por qué todavía tenía panza. No me lo tomé mal, en ese momento me dió gusto poder explicarle que mi matriz seguía siendo del tamaño de una sandía y que poco a poco iba a disminuir.
La primera vez que me vi en el espejo desnuda después de que Victoria nació fue durante mi primer baño y no se imaginan mi shock. Pensé que mi esposo nunca me iba a tocar, y por más que mi primera nueva bebé era lo máximo, mi cuerpo estaba arruinado.
Mi panza estaba aguada como gelatina y, al ser parto, mi vagina era como la de un mandril, empecé a temblar y una lágrima logró salir. Respiré y rápidamente me tapé. En ese entonces no sabía de las famosísimas toallas que compartí en uno de mis posts, así que me puse mis K pads y poco a poco me di cuenta de que sí, todo regresaba a su lugar.
En mi primer postparto me sentí invencible, ya estaba en mi trabajo con mi hija colgada como gitana a las tres semanas. Me sentía perfecto... hasta que no.
Mami. RESPETA LA CUARENTENA. Si no te sientes mal inmediatamente, te PROMETO que el cuerpo te va a cobrar la factura años después. Dale tiempo a tu cuerpo, tienes toda la vida para salir y presumir a tu bebé, para regresar a las bodas, cenas, fiestas, etc.
Cada uno tiene su historia. Ésta es sólo una parte de la mía, se las comparto, así como comparto esta foto tomada 10 horas después de que nació mi tercero, cuando por fin me vi en el espejo y entendí que todo iba a estar bien y que necesitaba esa foto para futuras mamás, para que NO se espanten y sientan lo que yo sentí.
Fuente: IG @mamarecomienda
