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Es nuestro deber como mamá estar con nuestros hijos, pero ¿Por qué es tan difícil estar presente sin hacer nada más?

Publicado: 11 de Octubre 2019
Vida de mamá
Foto: IG @annatamez
Foto: IG @annatamez

Todo mundo habla sobre la importancia de estar al pendiente de los hijos, de darles tiempo de calidad y estar con ellos de forma consciente. Sin duda, como mamá o papá lo intentas una y mil veces, pero por más que lo desees, se puede volver muy difícil estar presente con tus hijos.

 

Entonces surge la pregunta: ¿Por qué es tan difícil lograrlo?, ¿de dónde sacas más tiempo para estar con los niños y al mismo tiempo cumplir con los pendientes de la casa y el trabajo, dedicar unos minutos para ti y pasar tiempo en pareja?

 

Estar presente es muy sencillo y a la vez muy difícil. Estar presente se refiere a mantenerte en el aquí y en el ahora con tus hijos con todos tus sentidos. Estar presente es escuchar, observar, oler, tocar. Es poner toda tu energía mental en el momento para poder leer y dar respuesta a lo que tus hijos están comunicando. 

 

¡Cansancio físico y mental, los principales culpables!

 

¿Por qué a veces no lo logras? Básicamente, el cansancio, ocasionado por el multitasking que pones en práctica el 70% de tu tiempo, es el que no te permite estar al 100%, no te deja enfocarte en una sola cosa, ni dedicarte al 100% a tus hijos para establecer una relación de apego.

 

Por ejemplo: ¿cuántas veces dejas de ver tus redes sociales para jugar conscientemente con tus hijos?, ¿o reduces el tiempo de jugar con ellos porque te aburres o estás más interesada en avanzar en tus pendientes?, ¿cuántas veces tienes que decirle a tu hijo que te repita su pregunta porque básicamente no la escuchaste la primera vez?

 

Estás tan desconectado del presente -por pensar en lo que tienes que hacer después- que realmente no sabes lo que siente, lo que piensa, a lo que le tiene miedo, lo que le preocupa o con su deseo de ser escuchado.

 

Al contrario, lo único que estás provocando es que tus pequeños se sientan rechazados, defraudados, enojados, estresados y ansiosos.

 

¡No te culpes, mejor actúa!

 

Con toda esta situación, no puedes dejar de sentirte culpable por no pasar el tiempo suficiente con tus hijos, y aunque cada noche prometas que el día de mañana será diferente, vuelves a caer en lo mismo.

 

Para que no sea así, tienes que darle a tus hijos atención con tus cinco sentidos -no se vale estar viendo el celular y sólo escuchar-, tiempo de calidad, aceptación, caricias y besos, así como palabras de aliento y cariño.

 

Otra recomendación es asignar horarios, organizar tu día y dejar un tiempo específico donde sólo te dediques a tu hijo. También, durante el día demuéstrale cuánto lo amas, ya sea con un beso, con una caricia, con un abrazo, al hacerlo reír.

 

Haz momentos libres de pantallas para toda la familia; guarda los teléfonos y tabletas en un lugar fuera de la vista. Cuida, sobre todo, hacer de las comidas, las rutinas de mañana, la hora de dormir y unos minutos de juego, momentos sin pantallas cercanas. 

 

Cuando estés con tus hijos intenta utilizar todos tus sentidos para mantenerte en el aquí y ahora, no sólo los veas o escuches, tócalos, huélelos y muévete con ellos porque también es de gran utilidad. Cuando te des cuenta que te estás yendo a otra parte, con mucho amor y sin juicio regresa tu atención al momento las veces que sea necesario.

 

 

Revisado por Karen Zaltzman

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