Cumplir 40 en esta cuarentena
Cuando termine esto yo ya tendré 40 años. Había imaginado pasarlos en la playa en silencio, soy introvertida, siento mucha paz y emoción con algunos momentos de silencio, pero hoy lo único que pido es salud.
Me he dado cuenta lo importante que es estar rodeado de personas que creen en ti y sus pláticas te llevan a la reflexión. Hace poco, justo platicaba con mi hermano y él me decía: –qué virus tan inteligente, parece haber sido hecho por una fuerza superior que:
- Nos obliga a tomar la vida con más calma y olvidar las prisas.
- A valorar lo importante y no hacer tantos planes, pues la vida hace contigo lo que quiere.
- A cuidar el planeta, invitarte a reciclar, consumir menos y local.
- Nos aleja de la socialización constante, las fiestas y nos da tiempo para la introspección.
Esta primera temporada de la cuarentena mi mantra ha sido “mantener las cosas sencillas”; se dice fácil, pero se contradice con mi educación familiar muy enfocada en las formas.
En mi casa pasamos de servir menús de 3 tiempos a comidas de un platillo principal y un acompañamiento, para mi sorpresa es más que suficiente. Descubrí que si la casa no está 100% limpia todos los días, ¡no pasa nada! Aprendí a pedirle ayuda de la forma correcta a mi familia para trabajar en equipo y ser eficientes. Y como dicen, platos sucios siempre habrá, así que estoy aprendiendo a gozar el ruido de la espuma del jabón… y obvio se escucha 50 veces al día la frase “ hijx lleva el plato a la cocina”.
Navegar en la incertidumbre de estos días, donde hay tantas cosas que no puedo controlar me llena de frustración, ansiedad, miedo y no puedo dormir rico por las noches. Lo cual fácilmente se convierte en un ciclo complicado y con altibajos de humores.
Mi cuarentena ha sido también un espacio lleno de pequeños “lujos” como buscar en las noches en Instagram qué clase de ejercicio podré tomar a las 7am. Disfrutar ver a mis hijos en sus pijamas dormiditos o trabajando vía zoom con sus maestr@s. No usar maquillaje, ni zapatos y que a nadie le llame la atención (btw ambas cosas me estorban en mi día a día).
Me he conectado con los genes de mis abuelas de grandes cocineras, que por años negué. Este tiempo me ha permitido conectar y ver que ¡No soy tan mala en la cocina! Mis abuelas QEPD dirían que, no les sorprendería, pues sabían que ese gen estaba guardado en mí y que sólo era cuestión de tiempo, ya que antes había estado delegado por mi vida apresurada de siempre andar corriendo.
Me abrazo a mí misma y hoy celebro la vida. Y cuando esto termine, no sé si tendré una gran fiesta de cumpleaños, ni un día de silencio o un bello desayuno de amigas, pero definitivamente el dos de agosto celebraré mis 40 vueltas al Sol.
Unos días antes de cumplir cuarenta siento una inmensa gratitud:
1. Me agradezco por saber escuchar mi propia voz y comunicar mejor mis necesidades. La confianza en mí ha crecido.
2. Desayunos con mis sabias amigas que se enorgullecen más que yo misma por mis logros. Además de abrir mi mente, debatir mis ideas y enseñarme tanto. Siempre siento calor en sus risas.
3. Un hermano que se ha vuelto mi mejor amigo y máximo tesoro. Ahora entiendo lo que mis papás tanto nos decían de niños, los hermanos son un regalo de la vida. Y espero así sea la relación de mis hijos en su vida adulta: Amistad y ayuda incondicional.
4. A mis hijos, por ser un respiro en este encierro, enseñarme un nuevo lenguaje, hacer que me ría de mí misma y sobre todo ver esperanza y resiliencia en ellos. A mi hijo mayor por hacerme sentir que a sus 15 años aún me necesita (y eso me llena el corazón) cuando me pide que le haga cosquis y hasta lo peine. Me tomó años entender, –y no lo voy a negar, sigo sintiendo culpa con mi maternidad, pero hoy tengo claro que este viaje de ser mamá “se trata de acompañar y desarrollar, entendiendo que cada uno de ellos tiene una forma, un tiempo y una manera única de ser”.
5. Agradezco vivir en una casa llena de luz y amor primero junto a mis bellos padres y ahora con mi esposo, quien demuestra su amor en el control y cuidado. En esta cuarentena todos los días, dos veces al día, aguanta mis malas caras al no querer tomar mis medicinas para la alergia y aún así no quita el dedo del renglón.
6. Por amar y cuidar mi cuerpo. Hoy soy más crítica seleccionando mejor la calidad de alimentos que comemos en casa y agradezco poder disfrutar hacer ejercicio y sorprenderme de mis capacidades. A los 18 años pude caminar 30km después de 4 semanas de entrenamiento y esta semana logré sacar la posición de yoga del cuervo.
7. Por tener un equipo más allá de lo soñado con quien comparto el viaje como emprendedora en Naran Xadul, y donde el constante aprendizaje e innovación son nuestro timón. #FamiliaNaranXadul
8. Pido salud para todos aquellos que están enfermos y agradezco a los doctores, enfermeras y a l@s maestr@s de mis hijos que en ningún momento los han dejado solos en estos tiempos tan retadores.
Éstas primeras cuarenta vueltas al Sol me han enseñado que mi libertad como persona no está en hacer lo que quiero, la verdadera libertad consiste en APRENDER a aprender y ampliar “la pecera” del conocimiento, retar constantemente el status quo, verbalizar de forma asertiva los sentimientos y pensamientos, tener el coraje de perseguir mis sueños, sentir gratitud por la vida, formar relaciones honestas, despertar todos los días y dedicar mis horas laborales a un trabajo que amo y del que no necesito buscar tener vacaciones.
Yo soy Sara Rosenthal. Fundadora de Naran Xadul. Tengo 3 hijos, 2 adolescentes volubles y una adorable niña de 10 años. Soy economista de profesión y emprendedora por convicción. Adoro bañarme con agua muy caliente, tener momentos de silencio para recargar energía y comer en la casa con mis hijos.
Pero sobre todo soy optimista, apasionada de compartir la vida con mujeres fregonas y agradecida con la vida. Si quieres conquistarme seguro lo logras con archivos de Excel hermosos o mensajitos lindos e inesperados.