Por qué deberíamos tener nuestra casa de llena plantas y la enseñanza detrás de esto para los niños
Seguro que te has topado con listas sobre las mejores plantas para tener dentro de casa, las más fáciles de cuidar o las que ayudan a limpiar el aire dentro de tu casa.
Para quienes somos amantes de las plantas, esas listas son solo un pretexto para traer nuevas a casa. Pero, ¿te has preguntado cómo beneficia esto a tus hijos?
Empecemos por la idea de que sumar especies de vida a tu hogar, le da más armonía y equilibrio. Las plantas, finalmente, son seres que vivos que también necesitan cuidados y amor, y es precisamente ahí donde tenemos una oportunidad de aprendizaje para los niños.
Lo primero es que vayan juntos a comprarlas y escogerlas, lo cual será una gran experiencia, más aún si deciden ir a los mercados de plantas de Cuemanco o Xochimilco.
No hay nada como pasearse por los pasillos llenos de color verde y percibir ese aroma a tierra húmeda. De paso, tendrán una clase exprés de botánica a cargo de los vendedores, quienes además, les podrán explicar los cuidados de cada una. Una vez que hayan llenado el carrito de cuanto se les ocurra, desde plantas pequeñas o grandes, hasta nutrientes, antiplagas, tierra y macetas, es momento de llevarlas a casa y escogerles un lugar lindo.
Puedes crear una rutina para el riego en la que cada dos o tres días, a cierta hora del día, tu hijo y tú rieguen las plantas juntos. Esto, además de hacerle ver cómo crecen lindas gracias a los cuidados que les dan, le ayudará en la formación de hábitos y de sus habilidades de organización. Y como la cereza del pastel, crearán un momento más para pasar tiempo juntos que será diferente a lo habitual.
Bien, ya tenemos la rutina de riego y cuidado, ¿Qué sigue?
La parte más fascinante: las plantas son realmente seres sensibles e inteligentes. Como lo plantea Stefano Mancuso junto con la periodista Alessandra Viola en su libro Sensibilidad e Inteligencia en el Mundo Vegetal, las plantas son seres capaces de procesar información visual, auditiva, táctil, gustativa y olfativa como nosotros los humanos y además, otros quince tipos. Ellos aseguran que las plantas son capaces de calcular la gravedad, los campos electromagnéticos, la humedad y de analizar numerosos gradientes químicos, entre otros.
Definitivamente no vas a explicar todo esto así a tu hijo. Pero, puedes empezar sembrando la idea de que ellas también reaccionan a su entorno y en el caso de las que tenemos en casa, su crecimiento y desarrollo dependen no sólo de qué tanto las reguemos, sino también de qué tanto cariño y compañía les demos.
Una idea para que los más pequeños comprendan, en viva experiencia, el proceso de nacimiento, desde que es una semilla hasta que nace una planta, es el frijolito con algodón húmedo en un frasco; les fascinará descubrir que la planta nació de esa semilla. Con los más grandes puedes hacer el experimento de ponerles música clásica a unas sí y a otras no y observar cómo influye en el desarrollo de cada una.
Al final, el objetivo de todo esto es familiarizarlos con un mundo que damos por sentado que existe, pero que no solemos observar con atención. Reconocer la importancia de ellas en nuestra existencia, indudablemente devendrá en una expansión de conciencia para nuestras futuras generaciones. Después de todo, el reino vegetal constituye el 99.5% de la masa terrestre. ¿Te animas a adentrar a tu familia en este maravilloso mundo?