Ojo. ¿Cómo elegir el repelente de mosquitos para niños?
Mantener alejados a los mosquitos de tus hijos puede convertirse en una tarea muy complicada.
Tendrías que ser su sombra para evitar las picaduras; sin embargo, un buen repelente puede salvarte de esta ardua tarea y darte un poco de tranquilidad.
Pero, ¿cómo se elige el repelente de mosquitos para los niños si existen de todos tamaños y presentaciones?, ¿cómo saber cuál es el adecuado para tu pequeño o si realmente puedes aplicarle uno?
Antes de que termines agobiada por tantas preguntas, debes saber que la American Academy of Pediatrics (AAP) recomienda aplicar los repelentes a niños mayores de 2 meses de edad.
Lo más importante es que contenga un ingrediente clave que lo protegerá de las picaduras de mosquitos como DEET (N, N-Dietil-meta-toulamida), el cual es seguro para los niños pequeños si se aplica de acuerdo a las instrucciones
Foto: OFF! Kids Spray
Un ejemplo de este tipo de repelentes es OFF! Kids Spray que contiene DEET y es ideal para usarlo en bebés desde los 3 meses de edad ya que además de mantener protegido a tu hijo contra las picaduras de mosquitos que pueden transmitir enfermedades como Dengue, Zika y Chikungunya, es muy suave con la piel de tu bebé porque contiene aloe vera.
Otro punto que debes tomar en cuenta para comprar el repelente de tus hijos es el porcentaje de ingrediente activo que contiene, ya que de eso depende el tiempo que durará la protección. Lee siempre muy bien las etiquetas para saber cada cuánto tiempo se debe reaplicar.
¡Úsalo correctamente!
La mejor forma de usar el repelente de insectos en niños es colocándolo en la palma de tu mano y después aplicándolo sobre la piel de tu pequeño que está expuesta. Además, puedes aplicar un poco sobre la ropa, para mejorar el efecto.
Jamás apliques cerca de ojos, boca, ni en las manos de los niños. Tampoco sobre cortaduras, heridas o piel irritada.
Cuando regresen a casa y tu hijo ya no esté expuesto a los mosquitos, báñalo o lava su piel con agua y jabón para eliminar los residuos del repelente.
Fuente: CDC y Healthy Children