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¡Atención! no ignores los berrinches de tus hijos, existen mejores alternativas

Por: Betty
Publicado: 22 de Diciembre 2021
Toddler
Foto: IG @bannortoys
Foto: IG @bannortoys

Nuestros pequeñitos se comunican a través de sus comportamientos y emociones. 

Son tan pequeños y tan nuevos en el camino de la vida que evidentemente no tienen muy desarrollada su inteligencia emocional, por ejemplo, cuando sienten dolor lloran y les cuesta trabajo describir el malestar, cuando sienten angustia lloran, si sienten falta de atención lloran; muchas veces estos llantos pueden desbordarse por no saber lidiar con alguna emoción fuerte y ser calificados desde el punto de vista de adulto como: “Está haciendo berrinche”. 

Pero ¿Qué es realmente un berrinche?

Si somos un poco más empáticos con nuestros hijos, podremos observar que el berrinche es una manera de expresar algo que está fuera del control de nuestros pequeños. Una situación o sensación que le está costando mucho trabajo entender y lo lleva a sentir frustración.

Recordemos que las complejidades que puede experimentar un niño son completamente diferentes a las de un adulto, por lo que no debemos minimizar en absoluto el motivo por el que nuestro pequeño pudiera estar pasando un mal momento, expresado en emociones desbordadas. 

Muchas veces otros adultos aconsejan que cuando los niños hacen berrinches debemos ignorarlos, pero si nos pusiéramos en los zapatos de nuestros niños ¿Qué sentiríamos si fuéramos ignorados por algo que nos tiene angustiados, tristes o enojados? Hacer de lado a la personita que no la está pasando bien podría no ser la mejor forma de apoyarla. 

Como padres nos corresponde entender otras maneras en las que podemos acompañar  los berrinches y saber desde qué necesidad están surgiendo.

Lo primero que debemos entender es que un berrinche es una manera de querer llamar nuestra atención. Una perspectiva útil para recordar es que si un niño quiere más atención, independientemente de la forma que adopte, es porque anhela conectarse con su adulto de confianza; buscar atención es buscar apego.

No es recomendable ignorar los berrinches, te compartimos alternativas para acompañar sus emociones desbordadas:

  • Ignorarlo puede mandar el mensaje de que nuestro amor es condicional, ellos lo interpretan como “si te portas mal no estaré para ti” lo cual puede crearles muchas inseguridades y baja autoestima.
  • Mejor conecta con ellos antes de corregir, un niño no es capaz mentalmente de escuchar instrucciones o correcciones cuando se está portando mal. 

Recuerda que si tu peque está haciendo un berrinche para “llamar tu atención” en realidad lo que está comunicando es que le está haciendo falta vincularse contigo y no sabe cómo encontrar calma, así que más que ignorar el berrinche, úsalo como llamada de atención para ti, entendiendo que lo que está faltando para ellos es saber cómo regular alguna frustración. 

Permanece ahí física y emocionalmente hasta que vuelva a estar más tranquilo. Si te lo permite, abrázalo o busca otra forma de tranquilizarlo. Deja que las emociones fluyan tanto como sea necesario sin invalidar sus sentimientos.

  • Ignorarlos puede afectar el desarrollo de su cerebro, la corteza prefrontal, la parte del cerebro que regula el pensamiento racional, entre otras cosas, no se desarrolla por completo hasta mucho más allá de los 20 años, esto significa que un niño no tiene el conjunto de herramientas mentales que necesita para controlar maduramente sus emociones, como podrían hacerlo los adultos.
  • De hecho, los estudios sugieren que ignorar a un niño que expresa un comportamiento negativo en realidad produce un efecto de bola de nieve: un niño que se está comportando mal tiene más probabilidades de seguir haciéndolo en lugar de aprender una forma alternativa y más positiva de comportarse.
  • Mejor enseñarles a regular sus emociones, empieza por acompañar y ponerle nombre a lo que está sintiendo para poder ayudarle a que empiece a nombrar y, por lo tanto, a regular sus emociones. Esto no quiere decir que permitas que el berrinche se convierta en una forma de comunicar sino que mantenga su función de liberar la frustración. Una vez que pasa la ola de emoción, recuérdale el límite que existe en casa y ofrece empatía.

Ellos aprenderán a entender que aunque cometan errores, podrán confiar en sus padres y corregir juntos. Conforme vayan creciendo se desarrollarán nuevas vías en su cerebro que les permitirán aprender a regular sus emociones desbordantes por formas más acertadas de comunicarse.

Ignorarlos es no conectar con sus necesidades ocultas, los niños siempre quieren comunicar una necesidad y aunque no nos gusten siempre las maneras en como lo expresan, debemos aprender a leer sus comportamientos y la necesidad que hay detrás de esto. 

Por ejemplo, una mala actitud o berrinche puede desatarse porque tiene hambre, sueño, sobre estimulación, aburrimiento, porque llevas horas en el celular y te está pidiendo atención, quiere jugar y busca tener conexión contigo, porque tuvo un mal día en la escuela y un sinfín de cosas más.

Mejor atiende sus necesidades, es mucho más efectivo encontrar la necesidad raíz y comprender desde dónde viene su irritabilidad.

Ofrecerles un snack o algo de comer, llevarlos a dormir, limitar las horas de televisión y otras pantallas, jugar con ellos, abrazarlos, escucharlos y dedicarles tiempo.

Conocer a nuestros hijos y tener rutinas que nos ayuden a anticiparnos a las necesidades que pueden surgir les vendrá mejor a los comportamientos de nuestros pequeños. Esto al mismo tiempo les manda el mensaje de que son importantes para nosotros y nos preocupamos por su bienestar.

Llena tu tanque de paciencia cada día, recuerda que eres el adulto de la relación y que nuestro deber como padres es guiar con amor y respeto a nuestros pequeños, la empatía siempre nos llevará a tratarlos como nos gustaría ser tratados.

 

 

Por Liz Chavarín

@mother.netas

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