¿Sientes que ya no te sale leche?

Si al inicio de tu lactancia solías sentir los pechos llenos y congestionados antes de las tomas, y ahora los sientes siempre “aguados”, ¡tranquila! Es muy normal que las mujeres experimenten estos cambios durante las primeras semanas de lactancia.

Y no, no significa que estás haciendo algo mal o que tu bebé no esté comiendo lo suficiente. Te explico:

Las primeras semanas de lactancia hay una producción más alta de la que tu bebé necesita para que no le falte en ningún momento. Lo que ocasiona que sientas los pechos llenos, pesados y hasta duros antes de las tomas.

Después de las primeras dos famosas crisis o picos de crecimiento, el cuerpo comienza a trabajar de una manera más sabia y la producción se regula. La leche materna se genera bajo demanda, es decir, sólo cuando le ofreces el pecho a tu bebé.

Entonces el pecho tiende a sentirse más blando que antes y es posible que pienses: me sale poca leche, ¿qué hago?

Primero, mantén la calma. Que tu pecho se sienta duro o blando no significa que tengas más o menos leche. Un pecho blando es un pecho sano e indica una lactancia establecida. Recuerda que los senos no son contenedores de leche, sino productores que lo hacen al momento de acuerdo a las necesidades del bebé. 

Por el contrario, un pecho duro, que duele al tocarlo o que se siente más caliente que el resto de tu cuerpo, puede ser señal de mastitis; si esto te sucede, evita usar remedios caseros, opta por asistir a una consulta médica o a tu asesora de lactancia para recibir el tratamiento adecuado. 

La lactancia materna es el mejor alimento que tu hijo puede recibir. Si tienes alguna duda o preocupación, no dudes en hablar con tu profesional de la salud para obtener más información y apoyo.