¿Dudarías en darle Gerber a tu bebé por todo lo que has escuchado?

Hoy quiero contarte algo desde mi experiencia y que me ha beneficiado más de lo que hubiera imaginado: es tan fácil mantener una idea por años o por lo que dicen los demás hasta que un día decides hacer algo diferente como, en mi caso, leer las etiquetas de los productos alimenticios para bebés.

Para que me entiendas, te doy un ejemplo muy claro: antes dudaba darle productos Gerber a mi bebé. ¿Por qué?, básicamente porque creía en todo lo que me decían las demás personas, sobre todo las que son mamás, quienes sólo repiten los mitos que se escuchan por doquier, sin tener un sustento para ello y simplemente lo saben porque alguien más les platicó. 

“Está lleno de azúcar”, “tiene muchísimos conservadores”, “no es fruta, son almidones que engordan a tu hijo”,  “nunca le des eso si quieres a tu hijo”, son frases que rondaban por mi cabeza una y otra vez cuando pensaba en la palabra Gerber. 

Pero, ¿qué crees? Un día en el súper decidí tomar un frasco de estos productos y me puse a leer las etiquetas… ¡Vaya sorpresa que me llevé! A partir de ese momento decidí dejar de juzgar antes de conocer realmente las cosas.

En ellas leí que no tiene azúcar añadida, ni almidones ni conservadores. De acuerdo con las etiquetas sólo tiene fruta y al estar envasado en un frasco de vidrio sin oxígeno, mantiene sus propiedades naturales.

Al conocer todo esto me di cuenta de que es necesario compartirlo contigo porque ahora podremos tomar las decisiones que se acomoden mejor a nuestro estilo de vida sin sentirnos juzgadas de ser malas mamás por lo que dice la suegra, la mamá influencer, nuestras propias madres y hasta la pareja, pero sobre todo, hacerlo libres de culpa.

¿Acaso no sería un buen aliado en los viajes, en los días que tenemos prisa o salimos de casa como complemento para las comiditas de tu bebé, o simplemente cuando no tenemos energía para cocinar?

Sin embargo, no quiero que te quedes con lo que yo te digo, te invito a que leas las etiquetas de Gerber y hagas tu propio juicio.