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5 crisis de lactancia que debes conocer para no caer en la desesperación

Publicado: 12 de Mayo 2021
Primeros meses
Foto: IG @chasingthesummerfields
Foto: IG @chasingthesummerfields

Aunque la lactancia es hermosa, no es tan fácil como parece (sobre todo para las mamás primerizas); se necesita tiempo, dedicación y MUCHA paciencia para lograr que el bebé se alimente y quede satisfecho.

Y cuando sientan que ya lo lograron, se darán cuenta de algunos cambios en la alimentación de los bebés. Es decir, pueden comer y comer por más tiempo como si no estuvieran satisfechos; o pueden mostrar como rechazo o incomodidad durante la lactancia.

A esta modificación de la demanda y del comportamiento del bebé se le llama crisis de lactancia o brotes de crecimiento, y aparecen en edades específicas que son fáciles de detectar y superar. La Asociación Alba de Lactancia indica que las más comunes son:

Entre los 17 y 20 días de nacidos

Una vez que los bebés parece que ya tomaron su ritmo, justo en la tercera semana experimentan la primera crisis de lactancia porque quieren comer cada 30 minutos. Incluso, sacan el aire con un poco de leche, pero ellos quieren seguir pegados al pecho.

Esto se debe a que necesitan aumentar la producción de leche de su mamá hasta un nivel que realmente lo satisfaga. Una vez que lo logre, volverá a hacer tomas más espaciadas.

A las 6 o 7 semanas de nacidos

En esta crisis, el pequeño requiere más cantidad de leche, entonces aumenta el número de tomas; incluso, puede estar inquieto durante la lactancia y jalar el pezón, llorar sin soltar el pecho, arquear la espalda o tensar las piernas.

Durante estas semanas la consistencia y el sabor de la leche materna cambian, se vuelve un poco más salada; sin embargo, cuando se acostumbran, vuelven a su ritmo normal.

A los tres meses

Se considera la más delicada y compleja porque puede tardar hasta un mes en superarse. En ésta, el bebé realiza tomas muy espaciadas y se tarda minutos en alimentarse, cuando antes lo hacía en más tiempo. Incluso, las mamás pueden pensar que se queda con hambre.

No obstante, en este momento el bebé ya puede succionar en unos minutos la leche que necesita y está más atento a todo lo que le rodea, por lo que aprovecha el tiempo para explorar, conocer y sentir.

Las mamás suelen pensar que se quedaron sin leche, pero no es así; el cuerpo es tan sabio que las glándulas mamarias están preparadas para producir leche en el momento en que el niño lo necesite. Tarda sólo 2.2 minutos en hacerlo.

A los 12 meses

En esta etapa los niños ya combinan la lactancia con alimentación complementaria. Sin embargo, se nota una disminución en la ingesta de alimentos y preferencia por la leche materna. Esto pasa porque los niños experimentan un crecimiento muy lento, pero cuando se vuelve a acelerar (entre los 15 y 18 meses), todo regresa a la normalidad.

A los 24 meses

Si aún continúan con la lactancia, las mamás se darán cuenta que sus pequeños demandan la toma de leche materna de forma continua, muy similar a cuando era recién nacido. Todo se debe a la etapa de desarrollo y de independencia que experimentan a esa edad. Dura unos meses, hasta que los bebés adquieren más seguridad en sí mismos.

Para superar estas crisis de lactancia con éxito, lo único que hay que hacer es tener mucha paciencia. No forzar a los pequeños a comer si no tienen hambre y poner en práctica ciertos trucos que les ayuden a concentrarse, como apagar las luces o alimentarlos en un lugar donde no haya muchas distracciones.

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