No soy perfecta...
Hay días en los que no tengo la menor idea de qué hago.
Hay otros en los que quiero tirar la toalla y el sentimiento se va media hora después que respiro un poco y vuelvo a ver sonreír a mi bebé
Hay días que siento que nadie me ayuda o que los demás juzgan mi forma de educar a mi hijo.
Hay veces que creo que no soy una buena mamá porque se cae o porque no deja de llorar y muchas otras en las que no se cómo podría estar haciéndolo mejor.
Porque de verdad me esfuerzo mucho y pongo todo mi amor en esta maravillosa pero sumamente compleja tarea que es ser madre; y cuando veo panzas pienso en cuanto me encantaría tener otro bebé, pero pienso que apenas puedo con uno y que dos me volverían absolutamente loca.
El problema es que queremos ser la mamá perfecta. Pero, ¿Qué es ser la madre perfecta?, ¿Será acaso hacer todo lo que esté en mis manos para que mi hijo no conozca dolor alguno? o ¿Hacer todo por él a costo de su independencia?, ¿Será darle todo a manos llenas o que nunca se de cuenta que también yo puedo equivocarme? Aspirar a ser una madre “perfecta” puede tener, a largo plazo, un efecto negativo.
La madre perfecta quiere satisfacer TODAS las necesidades del niño y al hacerlo lo hará un ser dependiente y, por lo tanto, le impedirá desarrollarse como individuo.
En cambio, la madre “suficientemente buena” hace que sus hijos aprendan a enfrentarse a la vida no dando todas las respuestas.
La madre suficientemente buena puede fallar algunas veces, sin que esto dañe el desarrollo del bebé y que con esos errores ayuda al niño a descubrir que hay un mundo más allá de su mamá.
El chiste de ser una mamá suficientemente buena es que al final del día no te sientas desgastada y que sientas a tortura esto de ser madre.
Que lo disfrutes cada día y que le transmitas todo tu amor imperfecto a tus hijos.
Que puedas sonreír más y sufrir menos.
Así, a medida que nuestros hijos crezcan, descubrirán con alivio que su madre “suficientemente buena” es feliz con su hijo, aunque él no sea tampoco perfecto.
Y al ver a su mamá feliz, se convertirá en un ser amado y feliz a pesar de no ser perfecto. 3
Por Jay de la Torre para Naran Xadul
Jay de la Torre es mamá de León, creadora de Petit Playa DC
caótica, estrambótica, revolucionaria de la maternidad
y defensora de la crianza con apego. Encuéntrala en su blog: