A la mamá que a veces se siente triste y desesperada. Es mi obligación decirte esto
El primer año de vida de mi primer hijo fue el año más confuso y vago de mi vida.
Ser mamá me trajo la mayor felicidad y dicha, pero al mismo tiempo fueron días frustrantes y oscuros.
Y en esos primeros meses no hubo nadie, ninguna mamá, que me dijera que para ella, esta transición también había sido difícil, frustrante y desgastante.
Así que al sentir que yo era la única, para no sentirme anormal, cuando alguien me preguntaba cómo me iba con mi nuevo bebé, yo escondía toda esta angustia y contestaba que todo estaba bien.
Y así mismo, les creía a las otras mamás cuando me decían que todo estaba bien para ellas.
Ahora entiendo más las cosas.
Ahora entiendo que como yo, ellas estaban sobreviviendo con sólo tres horas de sueño y que deseaban que alguien cargara a su bebé por dos horas.
Ahora sé cómo se tragaban su frustración por miedo a parecer mal agradecidas por haber recibido la bendición de haberse convertido en madres.
Ahora conozco cómo se esconde el dolor que causa escuchar llorar a tu bebé y no saber qué es lo que le pasa ni cómo consolarlo.
Ahora entiendo que es difícil ajustarnos en esta nueva piel.
Ahora sé que acostumbrarse a ser mamá toma tiempo y mientras tanto puede parecer que estás perdiendo la razón.
Así que es mi responsabilidad decírtelo ahora. Y decírselo a toda mamá nueva que lo necesite.
No eres una mala mamá si aceptas que es difícil.
No está mal reconocer que estás cansada y pedir ayuda.
Está bien dejar los platos sucios sin lavar para mañana. Está bien aceptar que tu mamá te ayude a preparar las comidas. Está bien dejar la ropa limpia sin doblar. Está bien que pidas que te cuiden a tu bebé mientras te bañas.
Encuentra a una persona con la que puedas desahogarte. Y escucha mis palabras:
Todo pasará. Se hará más fácil.
Cuando pase, recuerda compartirle a una nueva mamá que está batallando en silencio cómo te sentiste en esos primeros meses. Y sé honesta y real con ella. Quítale esa sensación de soledad que tú deseabas que alguien te quitara a ti.
Por Sandy Bleiberg para Naran Xadul