La regla de los 3 minutos
¿Suena el despertador y saltas de la cama con una lista interminable de tareas por cumplir?
“Hay que levantarse, vestirse, revisar tareas, desayunar bien, ¿toca deportes? Lleva la cartulina y la nota para la escuela, prepara lunch, ¡córranle que ya es tarde!”.
Todo esto es una larga lista de acciones a ejecutar, pero ¿qué tal si antes de operar, conectamos?
En lugar de saltar de la cama en modo comandante y empezar a dar indicaciones corriendo contra el reloj, aprovecha esos deliciosos 3 minutos para conectar con tu pequeño. Antes de empezar con la rutina y prepararse para decirse adiós por unas horas, dedícale 3 minutos, apapáchalo, disfruten del silencio y la calma de la camita, abrazados y dándose besitos. Empiecen el día con amor y no con prisa.
¿Por qué son tan importantes estos minutos?
Estos minutos son una oportunidad para llenar el tanque emocional de tu hijo con amor y conexión. En lugar de lanzarlo abruptamente a las demandas del día, puedes asegurarte de que comience con un corazón y una mente tranquilos. Estos momentos ofrecen un espacio para reforzar los lazos familiares, para recordarles que están rodeados de amor y apoyo incondicional.
Antes de Operar, Conéctate
Si tú y tu hijo empiezan el día y dejan la casa llenos de amor, tú estarás más relajada y él o ella se sentirá más confiado y seguro para enfrentar su día.
Tener lazos familiares sólidos es esencial para el bienestar emocional, e invertir esos preciosos minutos de la mañana fortalece la base de amor y confianza entre ustedes.
Así que hoy en la noche, adelanta 3 minutos el despertador y empiecen sus días con calma, alegría y mucho amor. Notarás la diferencia.