CHUPÓN. Mentiras, verdades y todo lo que SÍ debes de saber
Mi hija usó chupón hasta los tres años. De haber sido por ella, seguiría usándolo hasta segundo de primaria, pero tuve que quitárselo porque ambas sentíamos presión social.
Llega un momento en el que ya no es bien visto que un peque ande por la vida con chupete de Elmo, así que lo despedimos con el famoso método del globo: lo amarramos a un globo de helio, le dijimos adiós y lo dejamos irse volando a un lugar mejor.
Pero, ¿qué tan cierto es que usar chupón durante periodos prolongados enchueca los dientes? ¿O que limita la capacidad de los niños de tranquilizarse por sus propios medios? Esto es lo que averiguamos:
¿El chupón es malo para los dientes?
No, si limitas su uso de forma inteligente. De acuerdo con los expertos, si el chupón de tu hijo no contiene ningún tipo de azúcar, los dientes no corren ningún riesgo de picarse. Además, los dientes pueden enchuecarse, pero sólo si el chupete se usa día y noche.
Lo mejor es retirarlo cuando juegue o corra y limitarlo a momentos más tranquilos como la hora de dormir.
¿Es malo que mi hijo use el chupón todo el día?
Esto tiene que ver con el punto anterior: al ser un mecanismo que ayuda a los bebés a tranquilizarse, es mejor usarlo a la hora de dormir. Una gran ventaja es que, de acuerdo con la American Academy of Pediatrics, el uso del chupón puede reducir el riesgo de muerte súbita del infante o muerte de cuna.
Así que no temas que tu bebé se vaya a la cama con su chupón favorito.
¿Es cierto que algunos chupones son mejores que otros?
Sí. Es mejor elegir chupones acordes con la edad de tu hijo y evitar aquellos que tienen miel u otros ingredientes azucarados dentro. Además de incrementar el riesgo de desarrollar caries, los bebés menores de un año pueden contraer botulismo si consumen miel.
¿Los recién nacidos pueden usar chupón?
Sí, siempre y cuando ya se hayan “agarrado” bien a la hora de tomar pecho. El agarre del chupón es distinto, así que es mejor introducirlo después para que su uso no interfiera con la lactancia.
¿Es difícil quitarles el chupón definiuitivamente?
Sí lo es, pero hay varios métodos para lograrlo. Uno es el método de globo que mencioné al principio: compren un globo que tu pequeño esté dispuesto a dejar ir (como con la carta a los Reyes Magos), amárrenle el chupón y deja que lo suelte.
Otro es cortar un pequeño trozo del chupón cada día, hasta que no quede nada (siempre asegúrate de que no queden trozos de plástico sueltos con los que se pueda atragantar). Si todo falla, siempre puedes decirle que el pediatra lo necesita para dárselo a otros bebés pequeños (y echarle la culpa al doctor).
¿Conoces más mitos alrededor del chupón?
¡Cuéntanos en los comentarios!