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¿Pesadillas o terrores nocturnos? Lo que debes hacer para que tu hijo duerma bien

Publicado: 6 de Febrero 2018
Vida de familia
Foto: IG @quinn.and.theo
Foto: IG @quinn.and.theo

Antes que nada debemos diferenciar entre pesadillas y terrores nocturnos.

Las pesadillas se producen en la tercera fase y normalmente se recuerdan los detalles. 

En cambio, los terrores suceden en el final del sueño profundo,   es una súbita sensación de miedo en la que el niño se incorpora con los ojos abiertos, asustado, sudoroso, con la respiración agitada, el ritmo cardiaco acelerado y una expresión de pánico. Después de unos minutos, el niño se duerme como si no hubiera pasado nada.

Los terrores pueden aparecer entre los 4 y los 12 años de edad, aunque se conocen casos aislados en bebés desde los 18 meses.

Si se presenta uno de estos episodios hay que mantener la calma, no despertar al niño, alejar de él objetos y cuidar que no se lastime con ellos o con la pared. Transmitirle paz y esperar que pase. En unos instantes dormirá de nuevo plácidamente. 

Para prevenir y evitar los terrores nocturnos  y ayudar a que tu hijo duerma bien se debe seguir estos 5 pasos:

Mantener una rutina antes de dormir

Un baño caliente, leer un cuento, irse a la cama a la misma hora a diario (y se entiende que temprano, para asegurar las horas necesarias de descanso)… todo esto hace que el niño se sienta seguro dentro de la cotidianidad y se relaje más fácilmente, logrando así un sueño reparador y libre de pesadillas.

Cenar ligero

No atiborrar de comida al niño justo antes de acostarse. Suprimir excitantes como refrescos y azúcares. También alimentos ricos en grasas o pesados. Una cena liviana le ayudará a descansar mejor.

Procurar que comunique sus preocupaciones

Conversar con él para que nos cuente sus dudas y experiencias diarias será muy útil para evitar que se duerma preocupado. Escucharle, charlar de sus cosas y quitarle importancia a los problemas reduce el estrés considerablemente.

No cansarse en exceso

Un niño debe tener actividad, por supuesto, pero no agotarse hasta tarde es importante para dormir bien. Mejor realizar un pasatiempo relajante como leer, hablar o jugar a algo tranquilo. Nada de videojuegos o televisión a última hora de la tarde.

Planificar el día siguiente

A medida que vaya creciendo le podemos inculcar el buen hábito de anotar lo que tiene que hacer al día siguiente, para que no se agobie pensando que va a olvidar algo o que no va a llegar a algún sitio. Organización es calma y calma es sueño tranquilo.

 

Fuente: blog.bosquedefantasias.com ​ Por Psicología para Niños Para Naran Xadul Otros artículos que te pueden interesar:

 

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